El uso de formalina para la preservación de lácteos por parte de algunos productores artesanales, es algo que debe ser controlado y supervisado ya que el consumo de la sustancia aumenta el riesgo de algún tipo de cáncer.
Según el médico forense, Dennis Castro Bobadilla, esta sustancia se utiliza normalmente para preservar cadáveres y consumir lácteos preservados a través del uso de formalina es un riesgo.
“A mayor cantidad que se exponga a esa sustancia, mayor probabilidad que va desarrollar cáncer de mama en el caso femenino o cáncer de próstata en los varones”, destacó Bobadilla.
Mientras el oncólogo, Mario Noé Villafranca, detalló que estudios del Programa de Toxicología de Estados Unidos en el 2011, identificó a la formalina como una sustancia cancerígena.
Esta no solo se relaciona con cáncer de próstata y mama, también puede causar leucemia, cáncer renal, cáncer de senos paranasales, nasofaringe y otras afectaciones.
“Problemas en los ojos, nariz, hay algunos tipos de trastornos en la producción de las defensas y glóbulos blancos, y el sistema hematopoyético, si puede provocar daños, está demostrado y está considerado como algo tóxico y cancerígeno”, lamentó Villafranca.
Pero la Asociación de Procesadores de Lácteos Artesanales (Asoprolach), destaca que este es un problema desde hace muchos años y que unas 450 empresas trabajan de forma ilegal sin cumplir con los requisitos de procesamiento.
Estas empresas tampoco cuentan con las cadenas de frío, por lo que no se descarta que algunas de ellas incluyan la sustancia en el proceso de preservación de los productos.
“Es una realidad que no se puede descartar este tipo de uso, de estos químicos. Sin embargo, básicamente esto sería en el sector informal, todas las plantas que están legalmente constituidas tienen las infraestructuras para no utilizar este tipo de sustancias”, destacó el secretario de Asoprolach, Juan Ledezma.
Por su parte la Agencia de Regulación Sanitaria (Arsa), asegura que tiene un programa de vigilancia y fiscalización y que no se han detectado lácteos artesanales preservados con formalina.
CCJ NOTICIAS