Para ayudar a los sectores más vulnerables de Bagdad (Irak) por la crisis del COVID-19, todos los párrocos de la ciudad decidieron donar sus salarios, además de los miles de dólares ya donados por el Patriarcado Caldeo.
La decisión de donar los salarios fue tomada el 23 de abril en una reunión donde participaron el Patriarca de Babilonia de los Caldeos, Cardenal Louis Raphael Sako, los obispos Auxiliares, Mons. Shemon Warduni y Mons. Basilio Yaldo, y sacerdotes de Bagdad y del Primado caldeo, señaló Asia News..
En la reunión, el Cardenal Sako reiteró la necesidad de respetar las medidas de distanciamiento social en las iglesias, así como las directivas sanitarias y el bloqueo dispuesto por las autoridades con el fin de contener la expansión del coronavirus, y también se discutieron sobre los acontecimientos recientes relacionados a la pandemia.
En ese sentido, se expresó que “seguirán suspendidas todas las actividades grupales en las parroquias” hasta nuevo aviso, así como las catequesis y demás iniciativas dirigidas a los jóvenes.
Frente a ello, el Purpurado señaló que “se propondrán programas educativos y religiosos” y se fortalecerán las redes sociales para seguir en contacto con los fieles, sin olvidar las complejas situaciones y necesidades de la vida cotidiana de las familias “en estas circunstancias difíciles”.
El Cardenal Sako también llamó a todos los iraquíes a “poner a un lado sus luchas y los intereses personales” en esta circunstancia histórica y fatídica para “promover una acción conjunta y la solidaridad en contra del enemigo común”, que amenaza las vidas, la economía y las relaciones sociales y religiosas.
Hasta el 24 de abril, en Irak habían 1.677 casos de infectados con COVID-19, 1.771 recuperados y 83 víctimas mortales. Sin embargo, según Asia News, “fuentes médicas y analistas independientes cuestionan la cifra oficial que brinda las autoridades”, pues en las últimas semanas, algunos médicos están en la mira de la policía tras denunciar un número tres veces mayor a la cifra oficial.