Italia abrirá las puertas de sus iglesias a los fieles a partir del 18 de mayo. Eslovaquia se prepara también para la reanudación con medidas de seguridad muy precisas.
En algunos países europeos ya se está preparando la Iglesia para recibir a los fieles con todas las medidas de seguridad necesarias. En Italia, a partir del 18 de mayo dará comienzo la reanudación de las celebraciones con la presencia física de los fieles. Es el acuerdo al que han llegado los obispos de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) junto a el Primer Ministro, el Ministro del Interior y el Comité Técnico-Científico del país.
Medidas en las iglesias italianas: 2 metros de distancia y mascarilla obligatoria
Entre las medidas que se adoptarán, destaca la distancia de seguridad y el saneamiento de lugares y objetos. En particular, el Protocolo indica que la capacidad máxima del lugar de culto debe garantizar la distancia entre las personas por «al menos un metro lateral y frontal»; el agua santa debe seguir vacía, así como el intercambio del gesto de paz todavía se omite. Además, aquellos que van a la iglesia para celebraciones litúrgicas están obligados a usar una máscarilla que cubra la nariz y la boca, mientras que aquellos que tienen síntomas de gripe o respiratorios, con fiebre igual o mayor a 37.5 grados o que han estado en contacto con personas con coronavirus, la entrada a lugares de culto está prohibida. El Protocolo, firmado por el Presidente del CEI, Cardenal Gualtiero Bassetti, por el Primer Ministro, Giuseppe Conte, y por la Ministra del Interior, Luciana Lamorgese, entrará en vigor a partir del lunes 18 de mayo.
Eslovaquia. Las líneas guía de los obispos para la reanudación de las celebraciones
La Conferencia Episcopal de Eslovaquia publicó ayer en su sitio web las pautas para la reanudación de las celebraciones después del largo período de cierre, tomadas por la Oficina de Salud Pública. Hasta el levantamiento completo de las medidas restrictivas, los obispos eslovacos han establecido que se debe prestar especial atención a la ventilación, que se debe facilitar de cualquier manera para que dentro de las iglesias se produzca el intercambio de aire necesario; la desinfección continua de los mangos y las superficies de contacto también es obligatoria. A la entrada de la iglesia, además, habrá una mesa con gel desinfectante para las manos. En cuanto a la Sagrada Comunión, los obispos especifican que: «Se distribuye con el permiso de la Conferencia Episcopal, pero siempre respetando las normas de higiene habituales».
Las Santas Misas también deberían tener una duración más corta y el signo de paz debería reemplazarse con una inclinación. «Dado que aún no es posible explotar plenamente la capacidad de las iglesias en esta etapa, pedimos a los sacerdotes que marquen de manera adecuada y visible los lugares donde los creyentes pueden sentarse en bancos o en filas de sillas, mientras se mantiene la regla de la distancia social segura de dos metros», dicen los obispos. Además, los bancos deben permanecer vacíos: nada de libros, textos, rosarios u otras ayudas para la oración que puedan ser un vehículo para el virus en este momento.