La preocupación de la Santa Sede fue expresada por el Cardenal Pietro Parolin a los embajadores de ambas naciones. Se reiteró que el Estado de Israel y el Estado de Palestina tienen derecho a existir y a vivir en paz y seguridad, dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas.
El cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, reunido ayer con los embajadores de los Estados Unidos de América y del Estado de Israel, expresó «la preocupación de la Santa Sede por las posibles acciones unilaterales que podrían poner en peligro aún más la búsqueda de la paz entre israelíes y palestinos y la delicada situación en Medio Oriente». Lo dio a conocer esta tarde por medio de un comunicado la Oficina de Prensa del Vaticano.
«Como ya se declaró el 20 de noviembre de 2019 y el 20 de mayo de 2020 -subraya el comunicado-, la Santa Sede reafirma que el Estado de Israel y el Estado de Palestina tienen derecho a existir y a vivir en paz y seguridad, dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas. Por lo tanto, hace un llamamiento a las partes para que se esfuercen por reabrir la vía de la negociación directa, sobre la base de las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, facilitada por medidas que sirvan para restablecer la confianza mutua y tengan ‘el valor de decir sí al encuentro y no a la confrontación; sí al diálogo y no a la violencia; sí a la negociación y no a las hostilidades; sí al respeto de los pactos y no a las provocaciones; sí a la sinceridad y no al doblez’ (Papa Francisco, Invocación por la paz en Tierra Santa, Jardines Vaticanos, 8 de junio de 2014)».
El 20 de mayo pasado la Oficina de Prensa anunció que Monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados, había sido contactado por teléfono por Saeb Erekat, negociador Jefe y Secretario General de la Organización para la Liberación de Palestina, quien quería informar a la Santa Sede «sobre los recientes acontecimientos en los territorios palestinos y la posibilidad de que la soberanía israelí sea aplicada unilateralmente a parte de dichas zonas, lo que comprometería aún más el proceso de paz». También en esa ocasión la Santa Sede había reiterado «que el respeto del derecho internacional y de las pertinentes Resoluciones de las Naciones Unidas, es un elemento indispensable para que los dos pueblos puedan vivir uno al lado del otro en dos Estados, con las fronteras reconocidas internacionalmente antes de 1967. La Santa Sede -concluía el comunicado- sigue atentamente la situación y expresa su preocupación por posibles actos que podrían comprometer ulteriormente el diálogo, esperando que los israelíes y los palestinos vuelvan a encontrar, y pronto, la posibilidad de negociar un acuerdo directamente, con la ayuda de la Comunidad internacional, y que la paz pueda finalmente reinar en Tierra Santa, tan amada por judíos, cristianos, musulmanes».