El Arzobispo de Madrid, Cardenal Carlos Osoro, presidió este domingo una Misa por todos los afectados y fallecidos a causa del coronavirus.
En la Misa, celebrada en el día en que la Iglesia celebra la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, los abuelos de Jesús, el Cardenal rezó por todos los afectados por la pandemia, como “las familias que no pudieron despedir a sus seres queridos, por las personas en riesgo, por los profesionales sanitarios, por los ancianos, por quienes han perdido su trabajo”, informa una nota de la Arquidiócesis de Madrid.
El Purpurado español comentó que en un “tiempo de tanto sufrimiento”, aludiendo al Evangelio de hoy sobre el tesoro escondido y el Reino de los Cielos, el Arzobispo invitó a “hacer una opción radical por Jesús y por la belleza del Evangelio”.
El Cardenal también resaltó la “alegría” que suscita “haber encontrado el tesoro más grande y poderlo tener en nuestra vida”.
En este tiempo en el que el mundo “anda escaso de alegría”, presentar “el rostro de Jesucristo, dar la vida por Jesucristo” puede cambiar todo, aseguró.
“No estamos solos, no. Dios nos ama. Dios nos guía. Dios nos abre caminos, nos abre horizontes. Sois hermanos y os he dado mi amor para que regaléis ese amor”, dijo el Arzobispo de Madrid.
El Cardenal dijo asimismo que Cristo resucitado es “el gran valor frente a las formas estridentes de vacío y de desesperanza” y una “escala de valores que intenta imponerse en el mundo”, que pasa por el éxito, el poder y el dinero, pero “aliena, nos deja insatisfechos, no da felicidad”.
“Uno va por la vida de fachada, con apariencias, no sabe por qué ni para qué. A partir del encuentro con Jesús la vida cobra sentido nuevo. Se hace una revolución de valores en nuestra vida”, subrayó.
El pasado 6 de julio, el Cardenal Osoro presidió una Misa en la Catedral de Nuestra Señora la Real de la Almudena en Madrid por las víctimas mortales del coronavirus al que asistieron los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, junto con sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, así como 70 familiares de fallecidos a causa de la pandemia.
En la Misa también participaron voluntarios de la pastoral de la salud, miembros de las fuerzas armadas y miembros de los cuerpos de seguridad del Estado, así como 35 cardenales y obispos.
En esa oportunidad, el Purpurado dijo que “vivimos un tiempo en el que parece que todo se ha oscurecido”, “por culpa del coronavirus hemos perdido a miles de personas con nombres y apellidos, entre ellas a muchísimos mayores con experiencia y sabiduría, y no hemos podido estar junto a nuestros seres queridos”.
“Una tormenta inesperada y furiosa llegó a nosotros con esta pandemia. Nos hemos sentido frágiles y desorientados en este tiempo. Pero Jesús se dirige a nosotros, como lo hizo con Marta o con los discípulos en la barca, para decirnos: ‘Tu hermano resucitará’ y ‘¿por qué tenéis miedo?, ¿aún no tenéis fe?’”, aseguró en esa oportunidad.