En una homilia, Monseñor Carlos José Ñáñez arzobispo de Córdoba, Argentina, afirmó que la justicia debe ser “independiente, insobornable, que busque reparar el orden lesionado: una justicia que no es revancha y mucho menos venganza”.
“La justicia y la solidaridad son las claves justas para este tiempo difícil”: lo dijo Monseñor Carlos José Ñáñez, Arzobispo de Córdoba, en Argentina, celebrando días pasados la Santa Misa. “Si miramos la realidad de nuestra patria –dijo el prelado- vemos que además de la pandemia hay otras dificultades”, como la corrupción y la impunidad “que terminan siempre perjudicando a los más frágiles, a los más débiles.” De ahí la invitación del Arzobispo argentino a fortalecer la fe, tratando de «adherirse a los valores cristianos» de una manera profunda, no circunstancial: “Esos valores tenemos que internalizarlos y hacerlos parte de la vida, practicando las virtudes con coherencia y constantemente”, ha subrayado Monseñor Ñáñez, “buscando siempre y actuando en la verdad”, para que haya “justicia en el corazón y en las instituciones”.
En efecto, la justicia, debe ser “independiente –fue la llamada del arzobispo-, insobornable, que busque reparar el orden lesionado: una justicia que no es revancha y mucho menos venganza”. Monseñor Ñáñez finalmente subrayó la importancia de la solidaridad no sólo en estos tiempos de emergencia sanitaria, sino como actitud espontánea y «disposición» del alma que los fieles están invitados a asumir siempre, «de modo permanente«.