En la fiesta de Nuestra Señora de Las Mercedes, patrona de los reclusos, el arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, monseñor Luis José Rueda Aparicio, envió un saludo especial a todos los internos privados de la libertad, recordándoles que la Iglesia siempre ha estado y seguirá presente acompañándolos. Libertad interior y paz, invocó el prelado, para las personas que están en esta condición.
Libertad interior y paz: fue la invocación del Primado de Colombia, Monseñor Rueda Aparicio, a Nuestra Señora de la Merced, para los privados de libertad. A quienes están en esta situación, el prelado les aseguró: “tienen unos ángeles, la Pastoral Penitenciaria, capellanes que en Bogotá y en distintos lugares del país, están en nombre de Cristo llevando la palabra, los sacramentos, la cercanía, no juzgándolos, no condenándolos, sino acompañándolos para que haya dentro de ustedes un proceso de liberación, sanación y reconciliación”. El mensaje del arzobispo de Bogotá, fue dado este jueves 24 de setiembre, en la fiesta de Nuestra Señora de la Merced.
Trátenlos como hermanos
Tal como señaló el servicio informativo de la Conferencia Episcopal Colombiana, el prelado envió un saludo a todos los internos privados de la libertad, recordándoles que la Iglesia siempre ha estado y seguirá presente acompañándolos. A la vez que resaltó la labor que la Pastoral Penitenciaria en los centros carcelarios del país y el servicio prestado por los capellanes, manifestó su cercanía hacia los servidores del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), y les pidió acompañar a los que se encuentran privados de la libertad, tratándolos como sus hermanos “porque en últimas todos somos hijos de Dios”.
Libertad interior y paz
El prelado tuvo palabras también para los familiares de los internos, a quienes les aseguró su cercanía e invitó a estar con los reclusos “en las buenas y en las malas”, puesto que “un día todos seremos liberados por el perdón y la misericordia de Dios”. Finalmente, extendió su bendición a todos los privados de la libertad para “que el Señor los bendiga, les de la libertad interior, les de la paz y que la Santísima Virgen María, en la advocación de Nuestra Señora de Las Mercedes los acompañe de noche y de día”.