Las restricciones con motivo de la segunda ola de coronavirus que está sufriendo España han hecho que se cancele la tradicional ofrenda de flores a la Virgen del Pilar en Zaragoza (España).
Tradicionalmente se situaba una imagen de la virgen del Pilar en la plaza exterior de la Basílica y se confeccionaba un precioso manto con las flores que fieles y devotos de Zaragoza, España y de todo el mundo entregaban a la Virgen en su día.
Ante la imposibilidad de realizar la ofrenda este año, la parroquia del Sagrado Corazón de Zaragoza ha lanzado la posibilidad de hacer un “manto solidario” a la Virgen del Pilar a favor de la campaña “las víctimas invisibles de la pandemia” lanzada por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
De esta manera, quien lo desee podrá depositar una flor hecha de papel para completar un manto junto a una imagen de la Virgen de Pilar, patrona de Zaragoza y de la Hispanidad.
Además, según informan desde ACN, se ofrecerán donativos por esta campaña en apoyo a sacerdotes, religiosas y religiosos de países pobres, apra hacer frente a la emergencia del coronavirus.
El P. Miguel Ángel Estella, párroco de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Zaragoza, aseguró que esta iniciativa partió de un grupo de laicos voluntarios de Ayuda a la Iglesia Necesitada y decidieron acogerla en la parroquia porque “como dice el Papa Francisco, tenemos que ser parroquias abiertas, una Iglesia en salida”.
El P. Miguel Ángel asegura que desde la parroquia del Sagrado Corazón tienen desde hace años, muy presentes a los cristianos perseguidos ya que “desde hace dos años, los primeros jueves de mes tenemos una oración por ellos y hemos traído también algún testimonio en vivo, últimamente han venido aquí personas de Pakistán y de Nicaragua para compartir su experiencia de fe en mitad de muchas dificultades”.
Y según explica el sacerdote, estos testimonios son una llamada “a vivir con alegría la fe, que merece la pena, pues hay gente que ha perdido todo, son perseguidos, pero no pierden lo más importante que es el amor de Dios. Esa es también la espiritualidad particular de nuestra parroquia, del Sagrado Corazón de Jesús”.