La ley se debatirá, y previsiblemente se aprobará, mañana en el Congreso, donde necesita la mayoría absoluta de 176 escaños para resultar aprobada, un apoyo que, en principio, el gobierno formado por PSOE (socialistas) y Unidas Podemos (comunistas) tiene garantizado gracias a sus alianzas con otros partidos de izquierda e independentistas.
“Vividores” surgió a finales del pasado mes de noviembre impulsada por la Asociación Católica de Propagandistas para concienciar a la sociedad de la necesidad de promover los cuidados paliativos y no la eutanasia.
Entre sus campañas más importantes está la instalación de una lona de 500 metros cuadrados en un edificio del Paseo de la Habana de Madrid, donde se podía leer “¿Eutanasia?” junto con el hashtag #DebateSecuestrado.
De esa manera, se pretendía denunciar la falta de debate en todo el proceso legislativo para elaborar la ley, y que ha marginado a los expertos partidarios de priorizar los cuidados paliativos frente a la eutanasia.
El portavoz de la iniciativa “Vividores”, Jaume Vives, señaló que “queremos provocar el debate que el gobierno quiere evitar a toda costa sobre la eutanasia. Porque si hoy tú decides que hay vidas menos dignas, mañana el gobierno decidirá por ti”.
En España, hay 120.000 enfermos que necesitan cuidados paliativos y el 50% (unas 60 mil personas), no los están recibiendo. Lo que debería ser prioritario, no lo es y, sin embargo, al mismo tiempo se ha promovido una ley de eutanasia que, como denunciaron los Obispos españoles en un comunicado de prensa, se ha “realizado de manera sospechosamente acelerada, en tiempo de pandemia y estado de alarma, sin escucha ni diálogo público”.
Mil dosis letales contra la eutanasia
Tras el éxito de la campaña de la lona, “Vividores” lanzó una nueva iniciativa para promover el debate sobre la eutanasia.
Varios voluntarios repartieron por todo Madrid cientos de “dosis letales”, cajas con mensajes que invitan a la reflexión sobre la eutanasia y que “reclaman la necesidad de ampliar los cuidados paliativos”.
Por ello, “Vividores defiende que los enfermos no necesitan una dosis letal, necesitan cuidados paliativos”.