Un esfuerzo más de los fieles por “una caridad más solícita, una oración más intensa, un compromiso más fuerte, especialmente con los más pobres y necesitados” es la petición del Arzobispo de Barcelona y Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Cardenal Juan José Omella, en su Mensaje de Navidad. “Un año muy duro” , dice el Purpurado, en el que sin embargo “nuestra esperanza se ha visto cumplida una vez más”, con el Niño nacido en el portal de Belén: “ Jesús está aquí. Sigue presente. No nos falla nunca” .
Es precisamente el portal de Belén el punto de partida del Cardenal Omella para enumerar las enseñanzas que ese evento nos trae en los tiempos difíciles que atraviesa hoy la humanidad: En primer lugar, la importancia de la humildad, el que Dios haya nacido en la pobreza nos enseña que la mayor grandeza está en lo pequeño; la falta de acogida de las gentes del lugar con la familia de Nazaret al dejar afuera a los más necesitados enseña que se perdieron lo mejor, porque esa familia extranjera era una bendición, una riqueza y un nuevo don para esa sociedad y, por último, el ejemplo de los pastores, gente sencilla, que en sus limitaciones compartieron lo que tenían.
“La humildad, la acogida del que viene de lejos, el compartir con el que no tiene nada. Valores tan necesarios en nuestro tiempo, aquí y ahora” afirma el Presidente del Episcopado Español que recuerda los momentos dolorosos que se han vivido y que se seguirán viviendo a causa de la pandemia y ante los cuales no se puede ser indiferentes, no solo por las muchas vidas que se ha llevado sino también por las “dificultades económicas graves” y el futuro “sombrío” que se presenta en muchos hogares. https://www.youtube.com/embed/0rHvKxaFK6o?wmode=opaque&rel=0&autohide=1&showinfo=0&wmode=transparent&modestbranding=1&enablejsapi=1&origin=https://www.vaticannews.va&start=&end=Mensaje de Navidad del Cardenal Juan José Omella
“Sería bueno, cuánto lo deseamos todos, que los responsables políticos y las instituciones públicas y privadas pongan los medios necesarios para que esta nueva crisis social y económica pase cuanto antes. En eso se concreta ahora su vocación de servicio al bien común, sin el cual no existe una verdadera caridad política”, exhorta el Purpurado español.
El video mensaje también resalta la vocación de servicio de muchas personas e instituciones que en “medio de la oscuridad” hicieron posible con su trabajo mantener la esperanza. “Estos tiempos de crisis – dice el Cardenal Omella – han mostrado la oscuridad de algunos corazones, pero también, sin duda, la grandeza de ánimo de tantas personas que, olvidadas de sí mismas, han salido a ayudar al otro, por encima de cualquier otra consideración” .
Para el Arzobispo de Barcelona esta solidaridad es signo de que en la sociedad “hay gran reserva de humanidad”, sin embargo, la situación exige un mayor esfuerzo de todos para no olvidar al prójimo, a los más necesitados que muchas veces están más cerca de lo que se piensa, en el vecino, en el colega, en la propia familia. Y esto es una invitación también a construir una fraternidad abierta, que permita reconocer, valorar y amar a cada persona: “Todos estamos llamados a crear una familiaridad por encima de razas, de procedencias, de nivel social, de convicciones personales o religiosas” .
El Cardenal Omella cierra su video mensaje reconociendo que si bien este año la navidad se vive en complejas circunstancias como consecuencia de la pandemia, la “auténtica Navidad es y será siempre fuente de esperanza”.