El Papa Francisco destacó que “la cercanía, la proximidad, ha sido el lenguaje más auténtico de Dios”.
Así lo dijo el Santo Padre este 6 de febrero al recibir en el Aula Pablo VI del Vaticano a participantes de la Asamblea General del Movimiento de los Focolares, que se lleva a cabo online del 24 de enero al 7 de febrero de 2021.
“No olviden que la cercanía, la proximidad, ha sido el lenguaje más auténtico de Dios. Pensemos en el del Deuteronomio, cuando el Señor dijo: ‘Piensen ¿qué pueblo ha tenido a sus dioses tan cerca como me tienen a mí?’. Ese estilo de Dios de cercanía continuó, continuó, hasta llegar a la gran cercanía, la esencial: el Verbo hecho carne, Dios que se hizo uno con nosotros. No olviden que la cercanía es el estilo de Dios, es el lenguaje más auténtico, a mi parecer”, dijo el Papa.
En esta línea, el Santo Padre invitó a imitar a la Sierva de Dios Chiara Lubich que fue “testigo de la cercanía con el amor fraterno que supera toda barrera y alcanza toda condición humana” y añadió “superar las barreras, ¡sin miedo! Es el camino de la proximidad fraterna, que transmite la presencia del Resucitado a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, empezando por los pobres, los últimos, los descartados; trabajando junto a las personas de buena voluntad para la promoción de la justicia y la paz”.
Además, el Pontífice recordó que hace doce años partió al Cielo la fundadora del Movimiento de los Focolares, Chiara Lubich, por lo que alentó a “superar el natural desconcierto y también la disminución numérica, para seguir siendo expresión viva del carisma fundacional”.
En este sentido, el Papa indicó que “esto requiere una fidelidad dinámica, capaz de interpretar los signos y las necesidades de los tiempos y de responder a las nuevas instancias que la humanidad plantea” porque “todo carisma es creativo, no es una estatua de museo, no, es creativo”.
“Se trata de permanecer fieles a la fuente original, esforzándose por repensarla y expresarla en diálogo con las nuevas situaciones sociales y culturales. Tiene raíces muy sólidas, pero el árbol crece en diálogo con la realidad. Esta obra de actualización es tanto más fructífera cuanto más se cumple armonizando creatividad, sabiduría y sensibilidad hacia todos y fidelidad a la Iglesia”, añadió.
Asimismo, el Santo Padre destacó que la espiritualidad de los Focolares está “caracterizada por el diálogo y la apertura a diferentes contextos culturales, sociales y religiosos” por lo que “la apertura a los demás, sean quienes sean, debe cultivarse siempre: el Evangelio está destinado a todos, pero no como proselitismo, no. Está destinado a todos, es levadura de humanidad nueva en todo lugar y en todo tiempo”.
Para esto, el Papa señaló que “esta actitud de apertura y diálogo los ayudará a evitar cualquier autorreferencialidad, que es siempre un pecado, es una tentación la de mirarse al espejo. Es muy feo. Solamente para peinarse por la mañana, y basta” y agregó que “este evitar cualquier autorreferencialidad que nunca procede del espíritu bueno es lo que deseamos para toda la Iglesia: guardarse del repliegue sobre sí mismos, que siempre lleva a defender la institución en detrimento de las personas, y que también puede llevar a justificar o encubrir formas de abuso”.
“Con tanto dolor, lo hemos vivido, lo hemos descubierto en estos últimos años. La autorreferencialidad impide ver los errores y las carencias, frena el avance, dificulta la verificación abierta de los procedimientos institucionales y los estilos de gobierno. Es mejor, en cambio, ser valientes y afrontar los problemas con parresía y verdad, siguiendo siempre las indicaciones de la Iglesia, que es Madre, es verdadera Madre, y respondiendo a las exigencias de la justicia y la caridad”, advirtió.
Luego, el Santo Padre invitó a “vivir la espiritualidad con coherencia y realismo” y recordó que el carisma de los Focolares “coincide con la intención que Jesús presentó al Padre en su última y gran oración: que todos sean uno” por lo que exhortó a “promover cada vez más la sinodalidad, para que todos los miembros, como depositarios del mismo carisma, sean corresponsables y partícipes de la vida de la Obra de María y de sus fines específicos”.
“Quien tiene la responsabilidad de gobernar está llamado a favorecer y poner en práctica una consulta transparente no sólo dentro de los órganos directivos, sino a todos los niveles, en virtud de esa lógica de comunión según la cual todos pueden poner al servicio de los demás sus propios dones, sus propias opiniones en la verdad y con libertad”, afirmó.
Por último, el Santo Padre agradeció el “gozoso testimonio del Evangelio que siguen ofreciendo a la Iglesia y al mundo” porque es “un testimonio gozoso”.
“Confío sus buenas intenciones y proyectos a la maternal intercesión de María Santísima, Madre de la Iglesia y los bendigo de corazón. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí, porque lo necesito”, pidió el Papa.
CCJ NOTICIAS.