La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) recordó la visita apostólica del Papa Francisco a México en 2016 y resaltó que la presencia del Santo Padre fue un impulso para toda la Iglesia.

En un comunicado, los obispos rememoraron con gran alegría la “hermosa Visita Apostólica” del Pontífice que llegó al país como “misionero de misericordia y de paz, para confirmarnos en la fe y alentarnos en la esperanza”.

Del 12 al 18 de febrero de 2016, el Papa Francisco visitó México, donde tuvo encuentros multitudinarios no solo en Ciudad de México, sino también en Ecatepec, San Cristóbal de las Casas, Tuxtla Gutiérrez, Morelia y Ciudad Juárez.

Durante el viaje, el Pontífice cumplió su deseo de rezar a solas frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe, a la que ofreció un ramo de flores amarillas. Francisco oró en silencio durante unos 21 minutos ante la imagen de la Madre de Dios.

Según el Episcopado mexicano, en total más de 10 millones 500 mil personas participaron en las actividades del Santo Padre, siendo la Misa en Ecatepec el evento más numeroso con 301.200 fieles congregados

Los prelados indicaron que el “escenario de la tierra bendita de nuestro pueblo” experimentó la “unión de mentes y corazones en una ‘Casita Sagrada’, como soñó nuestra Madre de Guadalupe”.

“La voz de Cristo resonó con gran fuerza en los labios de aquel que es bendito, porque vino en el nombre del Señor, el Papa Francisco, quien nos recordó la verdad simple y fundamental para todo fiel: que Dios nos quiere con amor infinito y que permanece siempre a nuestro lado”, agregaron.

La CEM señaló que el mensaje del Santo Padre tocó los corazones de los mexicanos y abrazó con especial predilección y paternidad espiritual “a nuestras familias, jóvenes, enfermos, migrantes, pueblos originarios e internos de centros penitenciarios”, logrando estrechar lazos entre los “distintos actores de la vida social, política y laboral”.

“Nos motivó a seguir valorando las raíces de nuestro pasado para reconocer la riqueza que poseemos como nación; y a entregarnos, para que nuestra sociedad tenga el aliento vital de la Iglesia, que con la transmisión viva de la fe, contribuye a construir la paz”, resaltó.

Además, indicó que la presencia del Pontífice fue “un gran aliento e impulso para toda la Iglesia”, y su mensaje exhortó a los obispos y sacerdotes “a ser pastores con mirada transparente”.

Nos llamó “a llevar en el corazón la gran preocupación de acompañar y atender a todo nuestro pueblo, para que vean en nosotros, sacerdotes y obispos, las huellas del Maestro de Nazaret, Jesucristo”, señalaron los prelados.

Los obispos recordaron que el Santo Padre los “alentó a tener audacia profética, y a implementar un serio y cualificado proyecto de pastoral para testimoniar la presencia del Señor en medio de nosotros”.

Por ello, resaltaron que han seguido el mensaje del Pontífice, que es actualmente guía de la “acción pastoral hacia el 2031, V Centenario del Acontecimiento Guadalupano, y hacia el 2033, II milenio de nuestra Redención”.

Finalmente, indicaron que el Papa Francisco animó al pueblo mexicano a “ser testigos de Jesucristo, en nuestras familias y comunidades, a trabajar por la reconciliación social y, sobre todo, a mantener la esperanza ante los problemas que afligen a nuestro país”.

“¡Gracias, Santo Padre! Por su oración y cariño para nuestro pueblo. Lo tenemos siempre presente, en nuestras oraciones, en nuestra mente y corazón. México lo quiere mucho”, concluyeron.

CCJ NOTICIAS.

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