El Papa Francisco rechazó a los “predicadores rígidos” que se presentan “como auténticos custodios de la verdad” y que no saben lo que es la humildad, la fraternidad, la mansedumbre y la obediencia.
Así se expresó el Santo Padre en su catequesis de la Audiencia General celebrada este miércoles 23 de junio en el Palacio Apostólico del Vaticano. En su enseñanza, Francisco advirtió que estos “predicadores rígidos” no anuncian el Evangelio, sino que se identifican “con ciertas formas del pasado” y se encierran en “tradiciones pasadas”.
El Pontífice lamentó que no faltan hoy “predicadores que, sobre todo a través de los nuevos medios de comunicación, no se presentan en primer lugar para anunciar el Evangelio de Dios que ama al hombre en Jesús Crucificado y Resucitado, sino para reiterar con insistencia, como auténticos ‘custodios de la verdad’, cuál es la mejor manera de ser cristianos”.
Estos predicadores “con fuerza afirman que el cristiano verdadero es al que ellos están vinculados, a menudo identificado con ciertas formas del pasado, y que la solución a las crisis actuales es volver atrás para no perder la genuinidad de la fe”.
Aseguró que hoy está muy presente “la tentación de encerrarse en algunas certezas adquiridas en tradiciones pasadas. ¿Cómo podemos reconocer a esta gente? Por ejemplo, una de las trazas de su modo de proceder es la rigidez. Frente a la predicación del Evangelio que nos hace libres, nos hace alegres, estos son rígidos. Siempre la rigidez. Se debe hacer esto, se debe hacer lo otro. La rigidez. Es propio de esta gente”.
Frente a esos predicadores rígidos, el Papa invitó a seguir la enseñanza de San Pablo en su Carta a los Gálatas, donde se narra cómo después de haber fundado varias pequeñas comunidades en la región de Galacia, advirtió que algunos cristianos provenientes del judaísmo estaban exponiendo teorías contrarias y se presentaban como los únicos poseedores de la verdad.
El Papa explicó que San Pablo comprobó que la actitud de aquellos cristianos sembraba confusión y división provocando que la fe de los demás cristianos comenzara a tambalearse.
En ese sentido, el Santo Padre aseguró que “seguir la enseñanza del Apóstol Pablo en la Carta a los Gálatas nos hará bien para comprender qué camino seguir. El indicado por el Apóstol es el camino liberador y siempre nuevo de Jesús Crucificado y Resucitado; es el camino del anuncio, que se realiza a través de la humildad y la fraternidad”.
Por el contrario, “los nuevos predicadores no saben lo que es la humildad, no saben lo que es la fraternidad”.
El camino marcado por San Pablo, “es el camino de la confianza mansa y obediente”. Pero “los nuevos predicadores no conocen la mansedumbre ni la obediencia”.
“Este camino manso y obediente nos pone en la certeza de que el Espíritu Santo obra en todos los tiempos de la Iglesia. En última instancia la fe en el Espíritu Santo presente en la Iglesia nos lleva adelante y nos salvará”, concluyó el Papa Francisco.
CCJ NOTICIAS.