La producción de arroz desaparece cada año en el país ante la masiva importación de grano desde los Estados Unidos y ahora se suma la escasez de mano de obra, alertaron hoy jueves directivos de este cultivo que es básico para la seguridad alimentaria de diez millones de hondureños.
El dirigente y productor, Fredy Torres, señaló que por estos factores existe mucha desmotivación en el campo para mantenerse en el rubro, debido a que no pueden conseguir mano obra.
“La mayor parte de trabajadores que hemos venido contratando, en forma permanente o temporal, se desplazó hacia los Estados Unidos. Nos estamos quedando sin jóvenes para trabajar el campo”, indicó.
Torres lamentó además que desde la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), institución rectora de la política agrícola en Honduras y la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria (Dicta) que vela para fortalecer el agro con asistencia técnica, estén comentando que vienen importaciones masivas de frijol y de arroz.
“Tengo conocimiento que existe un acuerdo ministerial que regula las importaciones a partir del 1 de enero del 2023, con el fin de establecer como ha sido costumbre, un requisito de desempeño, significa que los industriales deben comprar la producción nacional, antes de importar” expuso la fuente agrícola.
La cosecha de arroz en el cierre del 2022 cayó a 800 mil quintales, muy por debajo de lo obtenido durante el ciclo del 2021 por el orden de 903, 661 sacos.
Esa producción nacional bajó en forma estrepitosa desde el 1 de enero del 2016 cuando se abrió la puerta a la desgravación arancelaria, a partir de este 2023 se puede importar desde los Estados Unidos a cero arancel.
Honduras solo produce un 16 por ciento de la demanda interna anual de arroz estimada en unos 5 millones de quintales, de acuerdo con cifras de la asociación de arroceros.
Las regiones arroceras del país se concentran principalmente en Colón, Atlántida, Cortés, Yoro, Comayagua, Olancho e Intibucá, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Ganadería.
CCJ NOTICIAS