El Arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Rogelio Cabrera López, visitó recientemente las obras de renovación de la imagen de la Virgen de Guadalupe encontrada sobre el lecho de un río tras el paso del huracán Hanna en el norte del país.
A través de su cuenta en Twitter, Mons. Cabrera López señaló el 17 de agosto que “visité el taller donde se restaura la imagen de la Virgen de Guadalupe encontrada en el río Santa Catarina. Espero que pronto la podamos tener ya renovada”.
La imagen, de 10 toneladas y casi 13 metros de altura, fue instalada originalmente en la avenida Constitución en 1990 con ocasión de la visita de San Juan Pablo II a Monterrey, y el Papa le dio su bendición.
En julio de 2010, a su paso por el norte de México, el huracán Alex arrojó la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe al río Santa Catarina en Monterrey, en el estado de Nuevo León. A pesar de los esfuerzos por rescatarla, debido a la gran profundidad a la que quedó sepultada, las autoridades locales decidieron construir una réplica.
Diez años después, a finales de julio de 2020, el paso del huracán Hanna dejó al descubierto la imagen de la Virgen de Guadalupe, encontrada por el albañil Esteban Ramírez cuando buscaba chatarra en el lecho rocoso del río.
El 14 de agosto, la Arquidiócesis de Monterrey informó en un comunicado que la compañía Aceros del Toro trasladó la imagen desde el lecho del río Santa Catarina y correrá con los gastos de su restauración. Culminadas las obras, será llevada a la parroquia Reina de México.
“Numerosos miembros de la sociedad (empresarios, miembros del Pueblo de Dios) se han acercado al Arzobispado para ofrecer su ayuda para sufragar los gastos que haya con respecto al hallazgo, restauración y demás gastos por venir a este respecto. Les agradecemos su apoyo y nos pondremos en contacto para ver la manera en la que pueden sumarse a este proyecto”, dijo la arquidiócesis mexicana.
El equipo de trabajo de restauración, en el que se encuentran expertos de construcción y representantes de la Arquidiócesis de Monterrey, decidieron que, entre otras medidas, “se hará una limpieza a todos los elementos de la Virgen para detectar problemas estructurales, algunos ya han comenzado a revelarse simultáneamente al secado del lodo que la envolvía”.
Además, señaló, “se considerará no volverla a su estado original sino restaurarla mostrando su historia, es decir, no ignorar que estuvo 10 años bajo el lecho del río”.