La Iglesia de Bolivia celebró el 26 de agosto el Día Nacional de la Dignidad de los Adultos Mayores, según se informa en el sitio informativo Iglesia viva, vinculado a la Conferencia Episcopal Boliviana. Cáritas difundió un video y un mensaje en los cuales se muestra la situación de vulnerabilidad en la que viven muchos de ellos.
La Pastoral Social de Cáritas ha difundido un vídeo titulado «Testigos en tiempos de pandemia», y un mensaje en el que da cuenta de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran muchos adultos mayores y pide a las autoridades que ayuden a aliviar el sufrimiento que están padeciendo.
Los adultos mayores y la cultura del descarte
«Cuando el Papa Francisco menciona a las víctimas de la ‘cultura del descarte’, es decir, a las personas más débiles y frágiles, se refiere también a los ancianos -explican los obispos- en el mismo contexto en que enseñó que el signo de la verdadera civilización, humana y cristiana, es poner a las personas más desfavorecidas en el centro de la atención social y política».
El riesgo de que se acentúe una cultura del descarte es particularmente alto en este período de la pandemia Covid-19: el riesgo de enfermarse gravemente, de hecho, aumenta entre las personas mayores, debido a complicaciones derivadas de su edad o porque padecen otras patologías. Esta situación es evidente en Bolivia, donde el 52,6% de las personas que han muerto a causa del Coronavirus pertenecen a este grupo, según un informe de la Unidad de Epidemiología del Ministerio de Salud local de fecha 22 de mayo, pero estos datos no han sido actualizados desde entonces.
«El 9% de la población del país tiene más de 60 años, la mayoría de los cuales vive en zonas urbanas de los departamentos de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba», prosiguen los obispos, «en este contexto, las autoridades no han asumido un papel activo en la aplicación de acciones y medidas que contribuyan a paliar la situación de precariedad, abandono y riesgo que padecen los ancianos en Bolivia».
Dificultades en las Casas de Acogida
En el caso de las Casas de Acogida de la Iglesia Católica, la situación se ha visto agravada debido a que la pandemia ha significado asumir gastos adicionales no considerados a sus ya escasos recursos financieros.
En este sentido, la realidad de las Casas de Acogida se volvió aún más compleja porque no se cuenta con el personal médico o paramédico para la supervisión permanente, el mejoramiento de las medidas de bioseguridad que deben ser mayores y más estrictas para esta población vulnerable.
En Bolivia la Iglesia Católica atiende a 17 Hogares o Casas de Acogida, con una población aproximada de 1.485 adultos mayores. De éstos, 11 registraron casos positivos de COVID 19, con un total de 126 fallecidos.
Ante esta crítica situación, Pastoral Social Caritas Bolivia, a través de la Red de Cáritas nacional y con el apoyo financiero de Caritas Internationalis, está haciendo entrega de ayuda humanitaria, que consiste en la dotación de alimentos, medicamentos, insumos y equipos de bioseguridad para el personal que trabaja, pañales, kits de higiene y la contratación de profesionales psicólogos para fortalecer la salud mental de los adultos mayores y el personal que trabaja en las Casas de Acogida.
Asimismo, se pide a las autoridades a contribuir a paliar el sufrimiento que están viviendo las personas adultas mayores con una mayor disponibilidad de recursos humanos, técnicos y financieros para poder hacer frente a la crisis sanitaria. Así como una mayor voluntad política para escuchar y atender las necesidades y demandas de quienes nos dieron la vida. También se pide a la sociedad en general a extender un brazo de solidaridad con nuestros abuelitos y abuelitas, siempre conscientes de que algún día, todos estaremos en la tercera edad.
Valorar a los adultos mayores
Haciéndose eco de todo esto, también se encuentra la Fundación Vida y Familia de la Conferencia Episcopal Boliviana, que hoy lanzó un mensaje en memoria de la población de edad avanzada, a la que, con gratitud y admiración, invita a no dejarse llevar por la sociedad deshumanizada «que sólo valora lo útil, lo que produce, lo joven, lo bello, lo confortable» y a valorar la vida «llena de entrega, sacrificio, generosidad, amor».
«Admiramos a los ancianos, porque el conocimiento que han adquirido en el curso de sus vidas no está escrito en un libro de texto, sino en el libro de la vida, lo han adquirido y lo han hecho de mucho mirar, de mucho pensar, de mucho observar, de mucho renunciar y de mucho amar – se lee en el mensaje – su vida, en la mayoría de los casos, ha sido una vida de dedicación, de servicio, de generosidad desbordante, de tanta responsabilidad, ayuda y compromiso, de tanto amor. ¡Han dado tanto a las nuevas generaciones! El ejemplo de su trabajo bien hecho; para ellos no había tiempo de ir y venir, casi no había fiestas, y los que estaban allí lo celebraban con amor y sin excesos. Un ejemplo de su amor por la familia, siempre había un abuelo, un tío en su vida para cuidar, y lo hacían con cuidado y delicadeza, dando lo mejor de sí mismos.
No los confinemos al olvido -concluye la nota- un profundo y pleno abrazo de gratitud a todos los ancianos, depositarios de nuestros conocimientos ancestrales, de nuestra memoria cultural, como una comunidad en continuo crecimiento y autocrítica en un mundo cambiante». A continuación el video publicado por Cáritas.
cambiante». A continuación el video publicado por Cáritas.