Joaquín y Ana son considerados santos patronos de los abuelos, fueron personas de profunda fe y confianza en las promesas de Dios. Ambos educaron a su hija Santa María en la fe del Pueblo de Israel, alimentando en Ella el amor hacia el Creador y preparándola para su misión. Es a través de ellos como María se suma a esa porción del pueblo escogido que espera la llegada del Salvador de la humanidad.
“Los abuelos son la sabiduría de la familia”, dice un mensaje del Santo Padre con motivo de esta Jornada, asegurando que toda la Iglesia está junto a los ancianos, se preocupa por ellos y no quiere dejarlos solos.
El Papa nos invita a unir nuestras voces a la suya y a la de varones y mujeres de los distintos continentes, lejanos físicamente, pero cercano en la fe y en la oración, para invocar el fin de la pandemia y de las guerras y agradecer por el don de una larga vida hecha de gozos y dificultades, pero nunca desprovista de la presencia confortadora de Dios.