Los efectos del cambio climático en Honduras se agudizan cada año, ante la creciente deforestación causada por la tala y quema de bosques a nivel nacional.
Expertos advierten que la deforestación básicamente es un proceso que consiste en despojar un terreno forestal de sus plantas y árboles. Los bosques cumplen valiosas funciones en la naturaleza y perderlos es muy perjudicial para el medio ambiente, porque entre otros aspectos, favorece la acentuación del cambio climático que tanto afecta al mundo.
Es conocido que la causa de este fenómeno obedece a múltiples factores, cuyas consecuencias para nuestra desgracia son irreversibles para el entorno que nos rodea.
Según datos de National Geographic de noviembre del 2021, el último medio siglo ha estado ensombrecido por el mayor coste de deforestación de la historia de la humanidad, arrasando un 15 por ciento de la superficie mundial de vegetación, equivalente al territorio de España, Portugal y Francia.
DAÑO A LOS SUELOS
Dichas investigaciones revelan además que en los últimos 13 años, la deforestación ha exterminado 43 millones de hectáreas en todo el mundo, acabando con bosques y selvas de forma masiva y desencadenando un inmenso daño a la calidad de los suelos.
Los bosques todavía cubren alrededor del 30 por ciento de las regiones del mundo, pero franjas del tamaño de Panamá se pierden indefectiblemente cada año.
Así de alarmantes resultan las cifras que arroja el último informe Frentes de Deforestación: Causas y Respuestas en un Mundo Cambiante de World Wild Fund for Nature (WWF), que analiza 24 lugares que tienen una concentración significativa de puntos críticos de deforestación y donde grandes áreas de bosque remanente están amenazadas.
La deforestación se puede generar por circunstancias meramente naturales o como consecuencia de las actividades del ser humano. A manera de ejemplo palpable, un incendio trae como consecuencia deforestación y puede ser provocado por el hombre o bien es el resultado de la misma naturaleza como cuando un rayo cae sobre un árbol.
ESPECIES EN PELIGRO
En la actualidad, es preocupante el elevado ritmo de deforestación. Los bosques son ecosistemas que se recuperan muy lentamente. Algunas variedades de especies de flora e, indirectamente, la fauna que vive allí, están en peligro si el bosque desaparece.
Las operaciones madereras comerciales participan en la tala de innumerables cantidades de árboles cada año. Los leñadores, de forma furtiva, construyen carreteras para acceder a bosques cada vez más remotos, incrementando así la deforestación.
Millones de hectáreas se talan o se queman para extraer la madera y otros productos o para convertir los bosques en tierras de cultivo. Mayoritariamente, estas actividades se realizan en los países en vías de desarrollo, más dependientes de la madera y sin un control adecuado sobre el uso del suelo. No se trata de vivir sin madera o sin papel, ni mucho menos sin alimentos, pero los bosques han de gestionarse de manera sostenible. De ahí la importancia de adquirir productos con el certificado de gestión sostenible.
Los bosques desempeñan un doble papel para el planeta, ya que son a la vez “pulmones de la Tierra” y reservas de biodiversidad. Al ser sumideros de carbono naturales, mitigan los efectos negativos del calentamiento global al capturar y almacenar el CO2 en la atmósfera, y sirven de hábitat natural para miles de especies animales y vegetales.
CALENTAMIENTO GLOBAL
A manera de reflexión: “La conservación, recuperación y mejora de gestión de los bosques tropicales, manglares y turberas ayudarían con una cuarta parte de las acciones de mitigación rentables que hay que llevar a cabo para 2030, a fin de cumplir con los objetivos del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global en dos grados”, señala Harris de Mongabay Latam.
Por ello, es fundamental el apoyo a iniciativas como la planteada por Jane Goodall, reconocida primatóloga y mensajera de la paz de la Organización de las Naciones Unidas, quien en apego a su convicción de que los árboles son: “el regalo de Dios para la humanidad”, lanzó Trees for Jane -una de las cada vez más numerosas campañas de plantación de árboles en todo el mundo, destinadas a eliminar los gases de efecto invernadero de la atmósfera, uniéndose así a una campaña global para combatir el cambio climático mediante la siembra de un billón de árboles para el año 2030.
“Honduras es nuestra, no la destruyamos, unamos esfuerzos la sociedad civil y entidades del gobierno, plantemos árboles -es la acción que la Tierra celebra-”, según indican ambientalistas hondureños.
CCJ NOTICIAS