La feligresía católica hondureña vivió intensas jornadas de oración y arte con las procesiones, penitencias, misas y las representaciones de la pasión, muerte y resurrección, incluyendo las espectaculares alfombras multicolores de aserrín, durante la Semana Santa.

En la capital, los principales servicios religiosos fueron encabezados por el arzobispo de Tegucigalpa, el español José Vicente Nácher, recientemente nombrado en el cargo, tras el retiro del cardenal, Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga.

Las Carreritas de San Juan del Domingo de Resurrección estuvo concurrida en el cierre de la Semana Santa en la capital.

Con afluencia masiva de fieles en cada una de ellas, las primeras actividades comenzaron con la misa del Domingo de Ramos, recordando la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, montado en un burro, un simbolismo que reunió a miles de capitalinos con sus célebres ramos de olivo en la Catedral Metropolitana.

Las jornadas de oración en las principales parroquias de la ciudad continuaron los días más importantes de la Semana Santa correspondientes al llamado Triduo Pascual, que conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesús: El jueves, miles de católicos se congregaron a celebrar la Última Cena, el momento cumbre que cierra la cuaresma y que tiene como principal signo el ritual del lavado de pies, tal como lo hizo Jesús antes de ser arrestado.

Dado su realismo en las dramatizaciones, el viacrucis de la iglesia El Calvario fue una de las procesiones más apoyadas por los católicos de Tegucigalpa.

El viernes, las calles del casco histórico de Tegucigalpa y Comayagüela lucieron abarrotadas con la procesión el viacrucis, que culminó con la crucifixión y muerte de Jesús. Este fue uno de los momentos más reverenciados por los fieles capitalinos con espectaculares dramatizaciones en la iglesia El Calvario de Comayagüela y en la iglesia de San Francisco de Tegucigalpa. El propio arzobispo encabezó el recorrido terminado con una misa en la catedral en la que pidió a los creyentes posturas valientes y abogó por los marginados.

Las alfombras multicolores en las calles de las diferentes ciudades del país, le aportaron el toque artístico a las celebraciones religiosas de Semana Santa.

En la noche del sábado, los católicos se congregaron en la iglesia menor de Suyapa, al oriente de la ciudad, hasta la madrugada con sus velitas encendidas en la llamada Vigilia Pascual, conmemorando la Resurrección de Jesús en compañía del arzobispo Nácher. Como parte del ritual, el arzobispo inició con la bendición del fuego con el que después encendió una fogata y de ella tomó una chispa o brasa para darle vida al Cirio Pascual 2023, que a partir de ese momento será encendido por todos los curas en más misas a lo largo del año litúrgico.

En la mañana, el líder religioso se trasladó a la Catedral Metropolitana para clausurar la Semana Santa con un mensaje a los fieles instándolos a renunciar a la vanagloria y vivir en santidad.

Otro momento de las procesiones católicas celebradas en Tegucigalpa.

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