Mensaje de dolor y solidaridad a las familias afectadas por el asesinato de cinco jóvenes en el barrio de Llano Verde, al este de Cali, de Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali. «Cali y Colombia no pueden permitir que este genocidio generacional urbano continúe, por ningún motivo», afirmó el prelado.

«Cada asesinato es una tortura contra el alma humana de la víctima y su familia. También es una tortura y un estigma para los pobres que forman parte del territorio«. Así comienza el mensaje de dolor y solidaridad a las familias afectadas por el asesinato de cinco jóvenes en el barrio de Llano Verde, al este de Cali, difundido ayer en la página web del Episcopado, de Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali. Dos de los jóvenes asesinados formaban parte del cuerpo estudiantil bajo la dirección de la Iglesia Católica.

«Cali y Colombia -dijo el obispo- no pueden permitir que este genocidio generacional urbano continúe, por ningún motivo«. Este «genocidio generacional» que «ignora y descarta la vida de los jóvenes pobres de Cali, condenándolos al exterminio, y no les da oportunidades en la vida«.

Por ello, el Arzobispo de Cali hizo un llamamiento a los jóvenes para que estuvieran atentos y permanecieran cerca de sus familias, evitando así que los verdugos y asesinos los arrastren a sus guaridas, y pidió a las autoridades y a la fuerza pública que estuvieran vigilantes frente a los actos de violencia que se siguen produciendo en la ciudad.

Para concluir, el prelado anunció para mañana, 15 de agosto, al atardecer, «un acto de unidad, oración y esperanza» contra estos lamentables hechos que siguen afligiendo a las familias del Valle del Cauca, y por la paz en Colombia, y aseguró que la sociedad seguirá uniendo sus esfuerzos para que las armas, la violencia, junto con el odio y la codicia por la riqueza y el poder, dejen de formar parte de la vida cotidiana.

CCJ NOTICIAS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.