Houston, Estados Unidos.-Después de cuatro días de búsqueda, la Policía de Estados Unidos detuvo el martes a un ciudadano mexicano sospechoso de matar a tiros a cinco vecinos hondureños en Texas, a quien hallaron escondido en un armario.

“Tengo buenas noticias, el sospechoso está bajo custodia (…)”, dijo en conferencia de prensa el sheriff del condado de San Jacinto, Greg Capers, en cuya jurisdicción ocurrieron los hechos, tras una operación que desplegó a más de doscientos agentes y que implicó al FBI.

Francisco Oropesa (aunque también había sido identificado como Oropeza), de 38 años, fue encontrado escondido “en un armario debajo de la ropa”, e ileso, en una ciudad del condado de Montgomery, a unos 50 km de la escena del crimen, en el norte de Houston, estado de Texas.

“Reconocemos las rápidas gestiones de las autoridades en Estados Unidos para que se imparta justicia”, dijo en Twitter el canciller de Honduras, poco antes de que la policía confirmara la captura del sospechoso.

El arresto se produjo alrededor de las 18H45 locales, después de que el FBI recibió una información anónima detallando su paradero. Las autoridades ofrecían hasta 80.000 dólares para quien diera detalles que permitieran su captura.

“Quiero agradecer a quien haya tenido el coraje y la valentía de llamar y proporcionar la ubicación del sospechoso”, dijo el agente del FBI Jimmy Paul en la conferencia de prensa.

-“Descansar tranquilos”-

El viernes 28 de abril por la noche, en la ciudad de Cleveland, condado de San Jacinto, Oropesa disparó contra cinco miembros de una familia vecina, entre ellos un niño de 9 años, después de que le reclamaron por el ruido que hacía al usar un fusil semiautomático en su jardín, según han narrado sobrevivientes y la Policía.

De acuerdo con las autoridades locales, el sospechoso estaba practicando tiro en su jardín cuando los vecinos le pidieron que dejara de hacer ruido para que un bebé pudiera dormir.

El hombre disparó contra sus víctimas “como en una ejecución, básicamente en la cabeza”, había dicho Capers horas después del crimen.

Entre los sobrevivientes se hallaron tres niños “cubiertos con la sangre de las mujeres que se habían acostado sobre ellos para protegerlos”, detalló.

Tras los hechos el hombre huyó y la policía inició una feroz cacería.

Este martes el sheriff Capers se dirigió a los familiares de las personas asesinadas. “Ahora pueden descansar tranquilos, porque él está tras las rejas y va a pasar la vida entera tras las rejas por matar a esas cinco personas”, agregó.

El vicecanciller de Honduras, Tony García, dijo este martes a la AFP que, de las víctimas, una será sepultada en Estados Unidos y los otros cuatro cadáveres serán repatriados en los próximos días, según dispusieron los familiares.

Este incidente es el último en una serie de tiroteos en Estados Unidos generados por interacciones domésticas que terminaron mal: un adolescente que tocó por error la puerta equivocada cuando buscaba a sus hermanos, una porrista que se equivocó de auto en un estacionamiento o alguien que se detuvo por error en la casa equivocada.

-Control de armas-

El domingo, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, publicó un tuit, condenado por sus opositores, en el que llamó a las víctimas “inmigrantes ilegales”.

Pero el lunes, a través de su despacho, se retractó de sus comentarios y dijo que “una de las víctimas podría haber residido legalmente en los Estados Unidos”, según un comunicado de prensa citado por los medios estadounidenses.

Este funcionario, crítico con la administración demócrata del presidente Joe Biden en temas migratorios, ha desatado otra polémica en los últimos meses al transportar en autobús a inmigrantes que ingresaron ilegalmente, llevándolos hacia bastiones demócratas en Estados Unidos.

Texas, un estado conservador del sur de país donde abundan las armas y su porte es libre, es escenario constante de tiroteos y de crímenes relacionados con armamento.

“Las oraciones por sí solas no son suficientes. El Congreso debe actuar”, dijo el lunes la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, pidiendo un mejor control de las armas de fuego.

En lo que va del año se han registrado en el país más de 180 tiroteos masivos, con cuatro o más personas heridas o muertas, según el Gun Violence Archive.

Con más armas de fuego que habitantes, Estados Unidos tiene la tasa más alta de muertes por armas de fuego de cualquier país desarrollado: 49.000 en 2021, frente a las 45.000 del año anterior. 

CCJ NOTICIAS

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