El Papa Francisco afirmó que “sin reforma litúrgica no hay reforma de la Iglesia” durante una audiencia con los miembros del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que fueron recibidos en el Vaticano en la mañana de este jueves 8 de febrero tras finalizar su Asamblea Plenaria.
Al inicio de su discurso, el Papa Francisco hizo referencia al Sacrosanctum Concilium, el cual definió como “una obra de renovación espiritual, pastoral, ecuménica y misionera”.
Para el Santo Padre, “una Iglesia que no siente pasión por el crecimiento espiritual, que no busca hablar de modo comprensible a los hombres y mujeres de su tiempo, que no se aflige por la división entre los cristianos, que no vibra con el anhelo de anunciar a Cristo a las naciones, es una Iglesia enferma”.
Por ello, afirmó que “toda reforma de la Iglesia es siempre una cuestión de fidelidad esponsal: la Iglesia Esposa será siempre más bella cuanto más ame a Cristo Esposo, hasta el punto de pertenecerle totalmente, hasta la plena conformación en Él”.
“No se puede reducir todo a la ministerialidad”
Posteriormente, haciendo referencia a la presencia femenina en la Iglesia, el Papa Francisco reiteró que “la Iglesia es mujer, la Iglesia es madre, la Iglesia tiene su figura en María, y la Iglesia-mujer, cuya figura es María, es más que Pedro, es decir, es otra cosa”.