Honduras cumplió tres años de pandemia el 11 de marzo, y ahora inicia un verdadero reto para las autoridades sanitarias y la población que deberán trabajar en conjunto para evitar un aumento de los casos de COVID-19.

El Congreso Nacional (CN), derogó el uso obligatorio de la mascarilla y pasó a ser de uso voluntario para los hondureños, pero expertos advierten que se deben mejorar la vigilancia epidemiológica y genómica.

Según la expresidenta del Colegio Médico de Honduras (CMH), Suyapa Figueroa, el uso obligatorio del cubre bocas no se debió eliminar, ya que ha sido una de las medidas que ha evitado el alto contagio del virus.

“El COVID-19 sigue siendo una amenaza mundial, la OMS no ha dado la recomendación para que en el mundo se quiten las mascarillas”, señaló.

Detalló que la COVID-19 tiene sus altos y bajos, y habrá momentos en los cuales es necesario utilizarla, y se le debe dar la potestad a la Secretaría de Salud, “para que sean ellos los que digan cuándo sí y cuándo no usarla”.

Figueroa dijo que el Estado debe proveer a los hospitales de todo el equipo de bioseguridad, “hay áreas donde no hay ventilación y el riesgo de contraer enfermedades infectocontagiosas es altísimo”.

De acuerdo con Salud, Honduras registra 11,111 muertes por la enfermedad, y se mantiene un acumulado de 472,301 casos positivos de COVID-19 en tres años de pandemia.

DOLOR Y LUTO

Entre las fechas importantes de la pandemia resalta la primera muerte por COVID-19 el 26 de marzo del 2020, luto que se repitió miles de veces en el país. Y el mes con mayor contagio fue agosto del 2021 con 42,740 casos. Mientras el mayor número de muertes fue en septiembre del 2021, con 1,098 decesos.

La directora de Salud de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Blanca Munguía, lamentó que la pandemia ha sido un periodo de mucho dolor y luto para los hondureños.

“La pandemia reveló que el sistema de salud ha estado en abandono por muchos años, además no cuenta con inversión y menos con una estrategia clara”, señaló.

Por segundo año consecutivo el gobierno ha eliminado las licitaciones y le apuesta a las compras directas, sin haber logrado una red de suministros segura que ha mantenido a muchos centros de salud y hospitales desabastecidos de medicamentos vitales, como insulina y tratamientos oncológicos.

Actualmente existe una muy baja incidencia en los contagios de la COVID-19, y desde varios sectores se reclama la llegada de la vacuna bivalente, pero las autoridades señalan el rechazo de la población a vacunarse contra el coronavirus.

Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) insiste en la importancia de seguir vacunando a la población para acabar definitivamente con la pandemia y, especialmente, evitar los peores síntomas del virus de larga duración. 

CCJ NOTICIAS

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