Decenas de personas comen en restaurantes, que permanecen llenos de comensales, ya sea en espacios abiertos o cerrados. El turismo gastronómico comienza a levantarse, así como otras zonas de recreación. ¿Pero es tiempo para quitarse la mascarilla en Honduras? Ante esta interrogante, las opiniones van y vienen y coinciden los consultados que “todavía no”, aunque sí es momento de analizar otras medidas para enfrentar la pandemia.
Con solo poner un pie en la calle, abordar un autobús del transporte urbano, caminar por la calle peatonal, ir por las avenidas populosas, andar cerca de los mercados capitalinos, se encuentra a decenas de hondureños sin mascarillas. Desde los más encumbrados, hasta la gente de a pie se han relajado con una de las medidas que sí son efectivas para evitar la COVID-19.
Y si se aplica la cuarta dosis, más relajados andan los hondureños, según comentó una de las vacunadoras en el Campo Marte, quien advirtió que la gente –aunque llega con mascarilla– anda totalmente relajada y con tapabocas de tipo quirúrgico, en algunos casos. Otros comentan que después de la vacuna ya se pueden quitar la mascarilla y los más cautos, siempre les consultan si ahora es el momento de botar los tapabocas o no.
El vox populi cree que ya no pasa nada, que se puede prescindir del tapabocas, pero los expertos advierten lo contrario. El presidente del Consejo Consultivo de Inmunización (CCIN) de la Secretaría de Salud (Sesal), Renato Valenzuela, advirtió que Honduras no está preparada para abandonar el uso de la mascarilla.
Indicó que los hondureños no están listos todavía para dejar de usar la mascarilla, ya que para dejar de usarla debe de estar vacunada el 80 por ciento de la población contra el COVID-19, una cifra que está a años luz de ser alcanzada por la sociedad hondureña, donde todavía persiste la desinformación, el movimiento antivacunas y la irresponsablidad. La resistencia a la vacunación ha ganado mucho terreno.
Con la primera dosis de la vacuna anticovid el 77 por ciento de la población meta está vacunada y con segunda dosis, un 67 por ciento; por lo tanto, no es posible todavía dejar de usar las mascarillas, según los expertos.
“No porque miremos que otros países ya lo han hecho, es que Honduras también puede hacerlo, hay que tomar las cosas con responsabilidad, muchos hondureños no están usando la mascarilla y es un insumo importante para evitar los contagios de COVID-19”, aseguró Valenzuela.
EMPRESARIOS DEBERÍAN EXIGIR CARNÉ DE VACUNACIÓN
¿A cuántas personas en los comercios les exigen el carné de vacunación? En ningún sitio de Honduras y menos ahora sin que haya una legislación que obligue a proteger a los no vacunados. Al respecto Valenzuela considera que una medida alternativa sería que estos comercios exijan el carné de vacunación para proteger a los parroquianos y a su personal.
La vacunación es proceso lento que choca todavía con la falta de personal e infraestructura para llevar la inoculación hasta el último rincón del país y a cada sector. Honduras no tiene el personal para inocular casa por casa, dijo Valenzuela, al tiempo sugirió a los comercios y empresas exigir el carnet de vacunación y así proteger también a sus empleados.
Otro aspecto importante y hay que reconocer que hay una gran baja de incidencias por COVID-19. La disminución de casos positivos, muertes y hospitalizaciones graves. Entonces, los especialistas plantean que, en algunos meses, Honduras podría revisar los protocolos para suspender el uso de mascarillas en espacios exteriores.
Mientras otros consideran, que todavía es necesario esperar un periodo de tiempo tras el feriado de Semana Santa para descartar un aumento de contagios, pero es el momento de adoptar nuevas medidas, justo como hacen otros países.
Según autoridades de la Sesal, hasta que no se alcance un 80 por ciento de la población vacunada contra el coronavirus, no se podrían flexibilizar las medidas de bioseguridad, como el uso del cubrebocas.
TRES SEMANAS SIN REPORTE DE CASOS
Ya van tres semanas sin el reporte de un solo deceso por COVID-19 en varios sectores del país, así lo confirmó Valenzuela, pero esto no permite contemplar la posibilidad de dejar de lado el uso de mascarilla.
Por su parte, el epidemiólogo José Lara aconseja que se debe esperar, actuar con cautela y esperar más datos para suprimir la mascarilla en exteriores, “debemos esperar a que disminuya el porcentaje de contagios y decesos”.
Señaló que “estamos llegando al nivel de discutir si se utiliza o no el cubrebocas en sitios abiertos. Han pasado dos o tres semanas en las que no ha habido muertos o han sido muy pocos los decesos”, indicó Lara.
Asimismo, destacó que acaba de pasar la Semana Santa y hay que esperar a que pase más tiempo para discutir el tema, de acuerdo con los especialistas, entre unos dos o tres meses se estaría eliminando el uso del cubrebocas en exteriores.
El vicepresidente del Colegio Médico de Honduras, (CMH), Samuel Santos, consideró que todavía no se pueden eliminar las medidas de bioseguridad en el país.
“La gente ya anda por todos lados, pero no se debe eliminar todavía el uso de mascarillas y jabón gel, así como el distanciamiento físico y desafortunadamente el pueblo hondureño ha tomado la decisión de relajar las medidas de bioseguridad, lo cual es peligroso en un país como Honduras”, advirtió.
Además, agregó que la mayoría de hondureños no ha llegado a su tercera dosis de la vacuna por lo tanto no se puede decir que la pandemia ha sido superada.
Recalcó que hay que pensarlo bien porque Honduras no cuenta con una alta cantidad de camas en el sistema hospitalario en caso de tener un alza en los contagios de coronavirus.
CCJ NOTICIAS