Glenda es una capitalina que asegura sentirse mucho más segura con las cámaras del sistema de vigilancia del 911. Ella vivió una pesadilla cuando hombres armados la encañonaron y le robaron su vehículo en un sector de Tegucigalpa, pero gracias al mecanismo de seguimiento pudo recuperar su carro.

La afectada, que no quiso identificarse plenamente por razones de seguridad, es uno de los millones de hondureños que recienten el apagón de las cámaras de vigilancia del Sistema Nacional de Emergencias 911, generado por la falta de pago de una deuda que se mantiene con el operador y proveedor de ese mecanismo. 

El robo de vehículos es un delito muy común en Honduras. En los últimos años, el 911 recibió más de 21 mil denuncias de ese tipo. 

“Fue una noche bastante difícil, un susto muy grande el que nos llevamos, pero todo el tiempo estuvimos atendiendo la comunicación de la Policía. Al final nos aconsejaron que lo mejor que podíamos hacer era que vendiéramos el auto”, recordó la mujer.

El subdirector del Sistema Nacional de Emergencias 911, Juan Carlos Degrandez, confesó que la incidencia en el robo de vehículos bajó a un 89% en los últimos años gracias a la vigilancia permanente.

Durante los seis años de funcionamiento de sistema de seguridad por cámaras, el 911 brindó más de 6 millones de atenciones a la población hondureña, incluyendo el servicio de telemedicina implementado ante la pandemia de coronavirus. 

Con casi 6.500 cámaras de seguridad instaladas a nivel nacional, es una importante contribuición al combate de la delincuencia y al auxilio de la población.

La capital es el municipio donde más actos violentos homicidas se han presentado al primer semestre del presente año con casi 170 casos que dejan una tasa parcial de 12.6 muertes por cada 100 mil habitantes.

Datos oficiales de la Policía registran mil 934 crímenes a nivel nacional, Cortés y Francisco Morazán, son los departamentos más violentos con 370 y 290 homicidios respectivamente, el Distrito Central es el municipio que más actividad criminal registra de todo Honduras, le sigue San Pedro Sula, en ambas ciudades ocurrieron a la fecha 418 crímenes. 

Para el abogado Carlos Alvarenga, mantener apagadas las cámaras de vigilancia “es realmente preocupante”, al tiempo que destacó el aporte que da la vigilancia del sistema de emergencia como un medio de prueba valiosísimo para cualquier tipo de delitos, desde accidentes de tránsito hasta hurtos, robos, raptos, secuestros, extorsiones, asesinatos.

Las cámaras de seguridad de emergencia son el pilar del centro de operaciones sistematizado del 911, en las labores de estar alerta ante cualquier situación de urgencia. 

El sistema de vigilancia del 911 de Honduras fue inaugurado el 1 de agosto del 2016, con su centro de operaciones en Tegucigalpa, extendiéndose al Valle de Sula, la zona occidental, la zona atlántica y sur del país, con sus cinco centros de operaciones que cubren todo el territorio nacional.

La Policía Nacional de Honduras, como respuesta a los inconvenientes que presenta la línea de emergencia 911, puso a disposición de la población en general una guía telefónica de los jefes policiales con el fin de brindarle asistencia a la población.

En esa nómina hay más de 70 contactos de las diferentes estaciones policiales en Honduras. 

La Policía es una de las 20 instituciones que integran el sistema 911 Honduras y por el momento trabaja poniendo en práctica otros mecanismos que ayuden a frenar la delincuencia, mientras se solventa el problema con las cámaras de seguridad.

CCJ NOTICIAS

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