El índice de confianza del consumidor (ICC) es una medición que le permite a las instituciones estatales entender la confianza de la ciudadanía sobre el crecimiento o decrecimiento de las expectativas económicas personales o sociales, considerando factores como, la edad, sexo, ingresos, ubicación geográfica, entre otros.

De este modo, el BCH describió que la confianza de los hondureños bajó con respecto al índice de febrero hasta por debajo de los 50 puntos, lo que fue catalogado por la estatal financiera como zona de contracción (reducción de bienes y servicios) y expuso que se ubicará en esa escala de manera temporal.

Y es que al cierre de 2022, el índice de confianza de los hondureños se situó en 56.35%, según el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (IIES-UNAH), pero en los primeros meses del año redujo hasta el 42.5% reportado por el BCH hasta marzo.

Al respecto, el BCH explicó en el documento que, del total de confianza de la ciudadanía, esta tiene una expectativa de 46.6% de la actividad económica actual y de 53.4% en la actividad económica futura, por lo que la esperanza de la población en un crecimiento económico aún se mantiene alta, según el estudio.

Factores de confianza

El BCH expuso en su estudio que, pese a la difícil situación económica internacional, la economía hondureña «está siendo resiliente ante un entorno internacional desfavorable», por lo que la población aún mantiene la confianza de que esta mejore.

Además, detalló que las actividades económicas de Semana Santa propiciarían dinamismo en la actividad económica de Honduras.

Por otro lado, los indicadores macroeconómicos, según la entidad, reflejan una mejoría con respecto al año anterior y enfatizó en que algunas expectativas de la empresa privada dependen de la posible aprobación de la reforma denominada Ley de Justicia Tributaria.

Riesgos

Sin embargo, el BCH detalló que entre algunos riesgos para que el índice de confianza disminuya figura el endurecimiento de condiciones financieras mundiales, la baja ejecución presupuestaria del Gobierno y la alta tasa de inflación.

De igual manera, la posible recesión económica mundial y la guerra Rusia – Ucrania son factores externos que podrían desmejorar el índice de confianza.

Inflación y PIB

Por otra parte, el BCH proyectó que para diciembre de 2023 la inflación podría situarse en 8.59%, levemente similar al de 2022, que cerró con un índice de 8.93%, pero más o menos 1% abajo del actual, que se sitúa en 9.8%.

CCJ NOTICIAS

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