Tegucigalpa – A pesar de la baja en los precios de las gasolinas, en concordancia con lo que ocurre en los mercados mundiales del petróleo, las expectativas de los analistas económicos es que la inflación se mantendrá alta en el segundo semestre del presente año y solo comenzarán a observarse reducciones a partir del 2023 y alcanzar los niveles considerados normales hasta el 2024, de acuerdo a una publicación del Banco Central de Honduras (BCH).
La Encuesta de Expectativas de Analistas Macroeconómicos (EEAM), elaborada por el BCH, destaca que “en el segundo semestre de 2022 la inflación continuaría aumentando, acorde con el comportamiento de los precios a nivel mundial, alcanzando su punto más alto en dicho año. No obstante, la reducción observada en el último mes y las perspectivas de menores precios de petróleo y materias primas, estarían incidiendo en una desaceleración de la inflación durante 2023 y 2024”.
Lo que más incertidumbre provoca en los analistas económicos encuestados son las persistentes interrupciones en las cadenas de suministro, así como la prolongación de la guerra Rusia-Ucrania.
Lo anterior se vio confirmado cuando el BCH publicó la inflación de julio que registró el valor más alto en los últimos 14 años cuando llegó al 10.86 % interanual y en lo que va en los primeros siete meses del 2022 registra un índice acumulado de 7.52 %.
Pero el mercado lleva registradas cinco semanas de reducciones de los precios de los combustibles, lo que ha generado una baja en el precio de las gasolinas de 26 lempiras.
Ello llevó a que en el Congreso Nacional se aprobará una iniciativa que insta al gobierno a revisar los precios de los alimentos y de los fertilizantes que han sido los que han subido en los últimos meses.
Los reportes en los mercados hondureños reflejan todavía precios altos.
Petróleo y recesión
La publicación del EEAM por el BCH estima que de acuerdo a los encuestados “es poco probable que se genere una recesión económica doméstica durante el segundo o tercer trimestres del presente año, al igual que el crecimiento se posiciona por debajo del 2.00% anual al cierre de 2022 y 2023”.
Los expertos estiman que el crecimiento del PIB en el segundo trimestre será del 1.9 %, superior al 0.9 % que se registró en el primer trimestre, y para el tercer trimestre lo elevan al 2.2 %.
Las estimaciones de los analistas hondureños no tienen en cuenta que Estados Unidos, el principal socio comercial del país, entró en recesión técnica al registrar un crecimiento negativo del PIB en el segundo trimestre.
Y las políticas agresivas de la Junta de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés y equivalente al banco central), de elevar las tasas de interés señalan que la recesión en la primera economía del mundo puede profundizarse.
La FED elevó las tasas de interés como arma para combatir la elevada inflación que también golpea a dicha nación.
Los expertos señalan que las políticas monetarias de Estados Unidos y la Unión Europea de elevar las tasas bancarias para combatir la inflación, aunque provoquen una recesión económica, pueden tener el efecto beneficioso de bajar los precios del petróleo, que caerían por una disminución en la demanda.
De hecho el precio del petróleo ya se encuentra a niveles previos al inicio de la guerra de Rusia y Ucrania, perdiendo todo lo ganado tras el inicio del conflicto bélico.
Inflación golpea envío de remesas
La inflación también puede tener otro efecto, esta vez importado, en la economía nacional y es su impacto en el envío de remesas de parte de los migrantes.
Como la inflación golpea a Estados Unidos, España y otras naciones europeas y latinoamericanas, que albergan gran cantidad de hondureños, los economistas señalan que la misma está provocando que los migrantes estén enviando remesas a menos personas o solo a sus familiares.
“La inflación en Estados Unidos está mermando la capacidad de gasto de las personas. Es como si la gente se hubiera empobrecido y eso disminuye la cantidad de dinero que pueden enviar al exterior”, le explicó a la agencia Efe el profesor de economía para la Universidad de Nueva York, Nicholas Economides.
Según un estudio de la empresa de remesas WorldRemit, el 78 % de los inmigrantes encuestados que viven en Estados Unidos han notado un incremento en el costo de vida; como resultado, el 63 % envían dinero al extranjero a menos personas como resultado del aumento del costo de vida y el 74 % ahora solo lo envía a familiares cercanos.
Las proyecciones de esta empresa de pagos son que este año se desacelerará el crecimiento de envío de remesas que el sector venía registrando en los años anteriores.
“El año pasado Latinoamérica recibió 131 mil millones de dólares en concepto de remesas y eso fue un 25 % más que el año anterior. Pero para este año se está proyectando ya únicamente un 14 % de crecimiento, es decir, casi 11 puntos porcentuales menos”, recalca el experto.
Honduras espera recibir más de 8 mil millones de dólares en remesas el presente año, que representa el 26 % de su producto interior bruto
CCJ NOTICIAS