El déficit de las precipitaciones de El Niño, se mantendrán a lo largo del período lluvioso, con reducciones en el Corredor Seco hondureño hasta del 30 por ciento, mientras que en la zona del Caribe podría llegar al 40 por ciento, alertó en un informe la nicaragüense Agroclimática, una plataforma de datos bioclimáticos que proporciona puntajes de riesgo basados en datos científicos sobre clima, tierra, cultivo, ganado y productividad.

Los resultados del informe se basan en varios modelos del Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (ECMWF), el Centro Nacional de Predicción Ambiental (NCEP/NOAA), el Servicio Meteorológico Alemán (DWD), el UK-MetOffice (UKMO), MeteoFrance (METEOFR), la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) y el Centro Euromediterráneo para el Cambio Climático (CMCC).

Detalla además que la presencia del fenómeno de El Niño implica muchas veces modificaciones en las fechas de siembra en algunos países, irregularidad en la distribución temporal y espacial de las lluvias, reducción de los acumulados de precipitación o incremento sustancial de las mismas en otros territorios o países afectados por el fenómeno.

Según este estudio, El Niño es la fase cálida y La Niña es la fase fría de la alteración de la temperatura en el Pacífico tropical afectando el clima alrededor del planeta durante el período de abril a junio, alcanzando su fuerza máxima durante octubre – febrero. Por lo general, agrega el documento, ambos fenómenos persisten durante 9-12 meses y raramente dos años, repitiéndose cada 2 a 7 años.

El análisis realizado sobre el fenómeno de El Niño y sus posibles impactos en países de Centroamérica y Ecuador podrían cambiar, según evolucione el fenómeno en los próximos meses.

EFECTOS INMEDIATOS

El documento explica que la transición que inicialmente se había previsto desde La Niña hacia El Niño, pasando por un período neutral, no ocurrió y en consecuencia el fenómeno se ha dejado sentir desde el inicio del mes de mayo afectando en la mayoría de los países centroamericanos las fechas de siembra, que generalmente se realiza entre el 15 y 30 de mayo de cada año.

Esta vez, agrega, la presencia de El Niño se ha manifestado con una ausencia muy sensible para los acumulados de precipitación (lluvias) para este mes, mostrando fuertes anomalías en Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, zona norte y Atlántico de Honduras y centro norte de Guatemala, postergando las labores de siembra de primera y será hasta finales de mayo cuando las lluvias podrían mejorar las condiciones para la agricultura principalmente en el pacífico de Guatemala, centro y norte de El Salvador, zona del golfo de Fonseca en Honduras, región Pacífico y parte de la central de Nicaragua y costa del Pacífico de Costa Rica.

Modelos climáticos como el europeo GFS, señala el informe, indican que a partir de los primeros días de junio la situación mejorará en cuanto al régimen de precipitaciones, sin embargo, los acumulados estarán por debajo de las normales históricas, lo cual será un desafío para mantener la humedad en los suelos y asegurar el desarrollo de los cultivos mediante el uso de buenas prácticas asociadas al manejo de suelos, agua y cultivos.

ALTAS TEMPERATURAS

Considera también que la presencia del fenómeno El Niño como parte de la variabilidad climática, tendrá incidencia en el campo térmico de tal manera que en Centroamérica se observarán anomalías en la media de temperatura ambiente hasta de 1.5 °C según modelos climáticos de consenso, aunque algunas modelos indican que podría haber anomalías hasta de 2.5 °C, que tendría efectos importantes en diversos sectores de las economías centroamericanas.

En el caso de las precipitaciones, dice, las mayores anomalías (lo que se sale del promedio histórico) se observan con la aparición del fenómeno de El Niño en el mes de mayo donde el déficit de precipitación es significativo a la normal histórica, no obstante, las anomalías de las precipitaciones se mantendrán a lo largo del período lluvioso, pudiéndose observar que en la costa del Pacífico de la región podría haber reducciones de precipitaciones del 20 al 30 por ciento, mientras que en la zona del Caribe podría llegar al 40 por ciento lo cual es muy sensible para la agricultura de secano.

El informe explica que, en el caso de Centroamérica, el fenómeno El Niño ocasiona reducción de las precipitaciones mientras que, en algunos países de América del Sur como Ecuador, se registra un incremento sensible de las precipitaciones que causan fuertes inundaciones dadas sus características físico geográficas y la cercanía con las zonas donde el fenómeno se manifiesta con mayor intensidad.

El análisis realizado sobre el fenómeno de El Niño y sus posibles impactos en países de Centroamérica y Ecuador podrían cambiar, según evolucione el fenómeno en los próximos meses, subraya la publicación. 

CCJ NOTICIAS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *