Ginebra.-Pese a las múltiples crisis que afronta la economía mundial por la inflación, el alto endeudamiento de muchas economías y otros factores, el mercado laboral global resiste y las cifras de paro global bajarán en 2023 hasta 191 millones de personas (un 5,3 % de la población activa), una décima menos que en 2022.
Así lo señala el último informe sobre el mercado laboral global de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que indica no obstante que esta resiliencia se debe especialmente a los países desarrollados, mientras que en las economías en desarrollo la situación es más negativa, lo que amplia las disparidades.
Según el estudio, mientras el mercado laboral mundial se ha recuperado del impacto de la pandemia (en 2019 la tasa de paro global era del 5,5 %, dos décimas más que en 2023), hay regiones que aún no se han recuperado de la crisis sanitaria, caso del norte de África, con una tasa actual del 11,2 % (era del 10,9 % antes de la pandemia).
De manera similar, en África Subsahariana el paro alcanza tasas del 6,3 % en la actualidad cuando eran del 5,7 % hace cuatro años, en Norteamérica del 4 % (3,9 % en 2019) y en Asia Oriental del 4,4 % (aún una décima más que antes de la crisis sanitaria).
“Muchos países en desarrollo siguen a la zaga en el proceso de recuperación, en particular naciones africanas y árabes que probablemente no verán caer sus tasas a niveles prepandemia este año”, analizó al presentar el informe la directora adjunta de la OIT para Empleo y Protección Social, Mia Seppo.
RECUPERACIÓN EN EUROPA Y AMÉRICA LATINA
Por contra, el mercado laboral se ha recuperado ya en Latinoamérica y Caribe (el paro alcanza el 6,7 % en 2023, pero era del 8 % en 2019) o en Europa Occidental (6,3 % en la actualidad y 7 % antes de la crisis sanitaria).
La reducción de la tasa global equivale según la OIT a un millón de parados menos en el mundo este año con respecto a 2022, lo cual “se debe a una resiliencia mayor a la esperada del mercado laboral de los países de ingreso alto frente a la recesión económica”, de acuerdo con el análisis de la organización.
En su anterior previsión, a principios de este año, la OIT había llegado a prever que el paro mundial aumentaría en tres millones de personas en 2023, pero la tendencia parece ser la inversa.
“La recuperación mundial de las tasas de desempleo tras la covid-19 ha sido notablemente rápida en comparación con crisis anteriores, tales como la financiera mundial de 2008-2009”, admite la OIT.
LA BRECHA DEL EMPLEO, MUCHO MÁS QUE EL PARO
La organización matiza que a los 191 millones de parados hay que sumar otros 262 millones de personas que quieren trabajar pero no pueden, por lo que lo que denomina “déficit mundial de empleos” se eleva a 453 millones de personas, un 11,7 % de la población activa.
Este porcentaje aumenta al 21,5 % en los países de ingresos bajos y aún más, al 25,7 %, a los fuertemente endeudados en ese grupo de economías en desarrollo, advierte la OIT.
“En otras palabras, en esos países una de cada cuatro personas que querría trabajar no puede hacerlo, un problema que añade obstáculos financieros y fiscales para esas economías”, subrayó Seppo.
También es mayor el déficit de empleo entre las mujeres (14,5 %) que entre los hombres (9,8 %), subraya el estudio del organismo con sede en Ginebra.
PROTECCION SOCIAL: MUCHO POR HACER
En esta ocasión la OIT también estudia uno de los aspectos de la protección social, las pensiones de jubilación, que aunque cubren a un 77,5 % de los trabajadores globales sólo lo hacen en un 38,6 % en las economías de ingresos medios y en un 23,2 % de las de ingresos bajos.
La OIT calcula que completar la financiación de esta protección social podría tener para los países en desarrollo un coste equivalente al 1,6 % de su PIB.
No obstante, ello podría contribuir a un aumento de la renta per cápita nacional del 14,8 % en 10 años, reduciendo en seis puntos el porcentaje de personas que vive por debajo del umbral de la pobreza.
CCJ NOTICIAS