La atención de emergencias por diversos incendios prosigue de forma agresiva debido a las altas temperaturas que se registran en la temporada y por la influencia del fenómeno de “El Niño”.
El Cuerpo de Bomberos registra un incremento en la mayoría de atenciones durante la temporada con un repunte en los incendios en zacateras, forestales y de vehículos en diversas regiones.
Según el reporte de este 2023, se informa la atención de 529 incendios estructurales con un incremento del 22 por ciento en comparación con el año pasado, cuando se registraban a la fecha 432 siniestros de ese tipo.
Hay un aumento del 34 por ciento en los incendios forestales con 408 registrados a la fecha y en el caso de fuegos zacatearas el porcentaje de incidencias se disparó en más de 59 por ciento, con 1,880 incendios.
17 FALLECIDOS
Las atenciones que se registran a diario mantienen en arduas labores a los “apagafuegos”, quienes contribuyen en una serie de quehaceres, como la atención de las emergencias de ambulancias, incendios estructurales, forestales y de vehículos, así como rescates, acciones en las cuales, en los últimos años, han perdido la vida 17 bomberos.
El riesgo del combate de incendios forestales es mucho mayor que el de un siniestro estructural, tanto por las variantes como la geografía de los terrenos y la intensidad de las llamaradas y la dificultad para acceder a algunos bosques y eso conlleva a que miles de combatientes expongan su vida en la búsqueda de controlar y extinguir los fuegos.
El subcomandante del Cuerpo de Bomberos, Óscar Triminio, explicó que “los efectos que generan el humo de un incendio forestal, el 98 por ciento de elementos son cancerígenos, la inhalación directa del humo que genera el dióxido de carbono es dañina para la salud y los combatientes están expuestos a la inhalación de este humo y a futuro posiblemente, tengan secuelas”.
“Los incendios forestales también generan una gran probabilidad de accidentes, en muchos casos no trascienden, pero son personas fracturadas, luxaciones, personas que quedan con problemas de columna, cortaduras, lesiones”, señaló.
Todo sucede debido a que la labor de combate de los incendios forestales en el país es compleja, porque en muchos casos por las montañas impenetrables, no se cuenta con los caminos de penetración, y eso provoca tener que hacer mayores maniobras al personal que resulta afectado en el cumplimiento de su deber, detalló el subcomandante.
FALTA DE EQUIPO
“Para llegar a hacerle frente a estos incendios hay que caminar, donde se expone a terrenos inestables, bastante riesgosos, donde se sufre de caídas y lesiones que dejan secuelas, a nivel nacional también hemos tenido accidentes en vehículos, en el combate de incendios forestales, los cuales, han dejado las tripulaciones heridas con pérdidas de equipo”, indicó.
Triminio, apuntó que en el país se tiene carencia del equipo adecuado para atender los incendios forestales debido a que se requieren “kits” metereológicos para medir velocidades de viento, humedad del aire, lo que incide en el avance del recorrido de línea de fuego viva para tomar las medidas necesarias.
“El equipo rodante para estos combates es diferente al de los incendios estructurales, en la actualidad solo se cuenta con unos cuatro vehículos a nivel nacional, especiales para incendios forestales; el parque vehicular anda entre algunos 35 a 40 carros para el combate de los incendios”, amplió.
Miles de hondureños arriesgan su vida cada año en la lucha contra los incendios, entre ellos los bomberos, personal del Instituto de Conservación Forestal (ICF), militares y “apagafuegos” de las unidades municipales del ambiente, de Copeco, entre otras instituciones que aúnan esfuerzos en esa incansable labor. (KSA).
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