Los modelos climáticos indican que la región centroamericana será influenciada con una disminución de lluvias a partir de junio y en el ingreso de la estación lluviosa, por tanto, el llamado es a cuidar y suministrar el agua de una forma óptima para enfrentar esa temporada seca.
Según los pronósticos de la Secretaría de Estado en los Despachos de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco), en marzo y abril normalmente, caen chubascos de manera aislada, pero en términos generales, marzo y abril serán bastante secos.
Mientras, estudios realizados por el Centro Nacional de Estudios Oceanográficos y Atmosféricos (Cenaos), señalan que el país debe trabajar de forma estratégica el volumen de las represas que abastecen las ciudades importantes, considerando que las lluvias disminuirán en la estación lluviosa y se tendrá menor volumen para afrontar el verano del 2024.
El director de Cenaos, Francisco Argeñal, explicó que “en la actualidad nos encontramos en condiciones neutras, venimos saliendo de una niña, ahora estamos bajo influencias de condiciones neutras y se pronostica que a partir de junio ya estarían las condiciones del Niño”.
En algunas ciudades del país, donde no hay sistemas de almacenamiento de agua y cultura de almacenamiento, por ejemplo, en el norte donde podría haber problemas como en mayo o junio.
Argeñal, agregó que, “recordemos que en esas zonas comienza a llover un poco más tarde que en el centro o sur, se podrían tener problemas en ciudades que ya han reportado ese problema, por ejemplo, en Juticalpa, La Ceiba, San Pedro Sula, ya hay algunos sistemas de captación que están dando problemas y están comenzando a racionar en el Valle de Sula”.
“El Niño” por lo general dura entre 12 a 18 meses, pero se han tenido episodios, más largos, al igual que con la niña que recién terminó duró casi los 36 meses.
“Si tenemos la influencia del Niño tendremos pocas lluvias sobre todo en la parte de la canícula y en las zonas costeras no serán tan buenas, entonces debemos de prepararnos para el otro año hacer un buen uso del agua ahorita que podemos almacenar, por ejemplo, aquí en Tegucigalpa”, dijo Argeñal.
En la capital, por ejemplo, se tiene que realizar una planificación con el volumen almacenado de las represas, sabiendo que lloverá menos y en base a eso, saber cómo manejar la producción para encarar la estación seca del año 2024.
“Allí podríamos tener un problema sino se hace un buen uso del agua almacenada en las represas este año, porque las lluvias no serán tan abundantes”, concluyó Argeñal.
CCJ NOTICIAS