La edición número 46 de Foro European House – Ambrosetti, se realiza en Villa d’Este, en Cernobbio, del 4 al 6 de septiembre. «Europa está llamada a desempeñar un papel de liderazgo en este esfuerzo creativo para salir de la estrechez del paradigma tecnocrático, extendido a la política y la economía” exhortó el Pontífice.
«El escenario de hoy y mañana para las estrategias competitivas», es el título del Foro European House – Ambrosetti que se desarrolla del 4 al 6 de septiembre, en la Villa d’Este a orilla del lago de Como. En el mensaje enviado por el Papa Francisco recordó a los participantes que “de la experiencia de la pandemia, todos estamos aprendiendo que nadie se salva”, que estamos profundamente interconectados y “que cada elección personal recae en la vida de los demás, de los que están cerca de nosotros, pero también de los que, físicamente, están al otro lado del mundo”. “Hemos tocado la fragilidad que nos marca y nos une” expresó el Pontífice.
Volver a lo esencial
Esta pandemia, “nos ha mostrado la grandeza de la ciencia pero también sus límites; ha desafiado la escala de valores que pone el dinero y el poder en la cima; ha vuelto a proponer -al permanecer juntos en casa, padres e hijos, jóvenes y ancianos- los esfuerzos y las alegrías de las relaciones; nos ha obligado a prescindir de lo superfluo y a ir a lo esencial” subrayó el Santo Padre. En esta situación, la economía “es un campo privilegiado por su estrecha vinculación con las situaciones reales y concretas de cada hombre y mujer”.
Generosidad y coraje
Papa Francisco reconoce que, en esta crisis sanitaria global, la ciencia y la tecnología tampoco fueron suficientes, sino que “el elemento decisivo fue el surplus de generosidad y coraje, puesto en práctica por tantas personas”.
“Se necesita un cambio de mentalidad que amplíe la mirada y oriente la técnica, poniéndola al servicio de otro tipo de modelo de desarrollo, más sano, más humano, más social y más integral.”
Conversión ecológica
Por un lado, en su mensaje el Pontífice exhortó a vivir una conversión ecológica “para poder frenar un ritmo inhumano de consumo y producción, para aprender a comprender y contemplar la naturaleza, para reconectar con nuestro entorno real”. También, llamó a una conversión ecológica de nuestra economía, “sin ceder a la aceleración del tiempo, de los procesos humanos y tecnológicos, pero volviendo a las relaciones vividas y no consumidas.”
Ser creativos
Por otra parte, el Santo Padre recordó el llamamiento a ser creativos, “forjando nuevos y originales caminos para el bien común”, recordando que solo se podrá ser creativos “si somos capaces de acoger el aliento del Espíritu, que nos impulsa a atrevernos a hacer elecciones maduras y nuevas, a menudo atrevidas, convirtiéndonos en hombres y mujeres intérpretes de un desarrollo humano integral al que todos aspiramos.”
Nuevas generaciones
Para llevar a cabo esta conversión ecológica y desarrollar la creatividad, el Pontífice destacó la importancia de “invertir en las nuevas generaciones que son las protagonistas de la economía del mañana, para formar personas dispuestas a ponerse al servicio de la comunidad, de la cultura del encuentro”.
Liderazgo de solidaridad
Finalmente, destacó que “hoy más que nunca, Europa está llamada a desempeñar un papel de liderazgo en este esfuerzo creativo para salir de la estrechez del paradigma tecnocrático, extendido a la política y la economía”. “Este esfuerzo creativo es el de la solidaridad, el único antídoto contra el virus del egoísmo, mucho más poderoso que el Covid-19”, concluyó el Santo Padre.