El Obispo de Tyler, Mons. Joseph Strickland, dio a conocer el trabajo que viene realizando con el instituto católico que fundó en Texas (Estados Unidos) hace tres años, creado para formar “cristianos del siglo XXI con el fervor de los cristianos del siglo primero”.
Luego de un proceso de oración y reflexión de cinco años, el Obispo publicó la “Constitución sobre la Enseñanza de la Fe Católica” en 2017 y se fundó St. Philip Institute o Instituto San Felipe, ubicado en el edificio de la cancillería de la Diócesis de Tyler. La pretensión del instituto es hacer de la diócesis un lugar de enseñanza totalmente nuevo que lleve a las personas a una relación íntima con Jesucristo.
“Tenemos que tener la relación personal más íntima con Jesucristo que sea posible”, dijo Mons. Strickland al National Catholic Register.
El Obispo contó que su inspiración para crear un instituto formativo integral se basó en pensar en aquellos amigos católicos que conoció a lo largo de su vida y que perdieron la fe. Según el Prelado, estos habrían necesitado de alguien como Felipe El Evangelista –quien aparece en Hechos de los Apóstoles–, un diácono que compartió el Evangelio con un eunuco etíope, el cual le dijo que no podía entender las Escrituras “a menos que alguien me lo explique”.
“Debemos buscar formas nuevas y creativas de enseñar y compartir las maravillas de nuestra fe católica. No solo la Iglesia, sino toda la humanidad, depende de ella”, escribió el Obispo.
Mons. Strickland reveló al Register que la diócesis tenía mucha gente trabajadora, pero se dio cuenta de que los enfoques antiguos ya no funcionaban. Señaló en su Constitución que el 77% de los católicos que ya no iban a Misa los domingos o los 30 millones de estadounidenses que ya no se identifican en absoluto como católicos, no eran estadísticas sino “nuestros padres, hermanos, cónyuges, hijos y amigos”.
Fundó el instituto para que la diócesis pudiera establecer un estándar unificado para dar lo mejor de la enseñanza católica contenida en el Catecismo de la Iglesia Católica a cada hogar.
Emplearían profesores profesionales cualificados y utilizarían lo mejor de los medios modernos para ser flexibles y creativos a la hora de atraer al mayor número posible de personas al mensaje de Jesucristo, ya sea de persona a persona o mediante conferencias virtuales.
El instituto es autónomo, pero funciona bajo el gobierno del Obispo y está dirigido por un director ejecutivo.
El enfoque de este es evangelizar para que toda la familia se involucre en la práctica de la fe. Se tiene como objetivo involucrar a toda la familia de una manera flexible, de acuerdo con sus necesidades y en el tiempo de vida en el que se encuentren.
Mons. Strickland señaló que las organizaciones seculares hacen esto por metas menos dignas, y que la Iglesia no puede hacer menos por el Evangelio.
Fundamentalmente, el Obispo imaginó que el instituto “no tendría miedo de cambiar y mejorar en el servicio del Evangelio de Jesucristo”.
“Enseñaremos en nuestro mundo del siglo XXI con el fervor de los cristianos del siglo primero”, aseguró.
Deanna Johnston, directora de vida familiar, le dijo al Register que la constitución de la enseñanza de Mons. Strickland la movió a tomar riesgos, ir a Tyler y unirse al instituto. Su departamento en el instituto ha diseñado un retiro llamado “Tres para casarse” y está trabajando en un plan de estudios para que puedan educar y apoyar mejor a las parejas en los métodos naturales de planificación familiar.
También están trabajando en estrecha colaboración con el ministerio matrimonial “Witness to Love” en su enfoque de catecumenado para la formación matrimonial de novios y recién casados, así como otra iniciativa para invitar a todos los católicos casados civilmente en la diócesis a recibir el sacramento del matrimonio para el 2025.
Mary Rose Verret, cofundadora de “Witness to Love”, dijo al Register que se ha inspirado en la voluntad del Instituto San Felipe de tomar “riesgos evangélicos audaces” para difundir el Evangelio y la renovación.
“Estaban por encima de la curva cuando se trata de buscar formas creativas de llegar a las personas”, dijo Verret.
Stacy Trasancos, directora ejecutiva del Instituto San Felipe, mostró al Register las instalaciones del instituto, que incluye un estudio de producción para programas de video y podcast de alta calidad, así como un estudio para el artista.
“También estamos impulsando coloquios”, dijo Trasancos, señalando podcasts recientes sobre la necesidad de vacunas éticas de COVID-19 que no se deriven del tejido fetal y sobre la necesidad de abordar el racismo y la justicia racial en Estados Unidos. El objetivo es presentar estos problemas a los católicos directamente dentro del contexto de la fe católica.
Trasancos explicó que el territorio de la diócesis es extenso (de cuatro a cinco horas de conducción de un extremo al otro), por lo que el Instituto San Felipe maximiza el uso de herramientas de comunicación digital. Están construyendo una red de catequistas maestros en cada decanato para que capaciten a las personas que brindan catequesis a nivel parroquial. Están enseñando tanto en inglés como en español, incluyendo cómo orar en ambos idiomas, para que la fe no se pierda en la transmisión.
El P. Justin Braun, director del programa “Temporada de Discipulado”, le dijo al Register que el instituto enfatiza en que los catequistas conozcan a las familias a las que sirven.
El sacerdote explicó que la diferencia se puede ver en cómo evangelizan a las familias con necesidades especiales y cómo esas familias se dan cuenta de que la Iglesia no solo los escucha, sino que los ayuda activamente “de maneras concretas”.
Pero el P. Braun dijo que si bien la Iglesia ha formado familias católicas devotas, como en la que él creció, dijo que las familias católicas de hoy en día realmente no se han formado para vivir la “tarea evangelizadora y misionera”, como el Catecismo en el numeral 2205.
En general, Mons. Strickland cree que la diócesis está en un lugar mucho mejor con el Instituto San Felipe. Ya está viendo dividendos en el enfoque, pero son solo el comienzo. La diócesis es territorio de misión: solo el 10% del territorio diocesano es católico. El Prelado dijo que tienen que renovar a los fieles y empoderarlos para invitar a otros a conocer a Jesús.
“Mi objetivo es llevar la alegría del Evangelio a la angustia de esta época, y hoy hay mucha angustia. Siempre estamos trabajando para construir una relación en torno a la Persona de Jesucristo”, dijo Mons. Strickland, y agregó que el Instituto San Felipe está ahí para ayudar, para que cada católico pueda “conocer a Jesús, como persona, amigo y Señor”, concluyó.