El Arzobispo de Toledo (España) y de los Obispos de Extremadura firmaron juntos la carta pastoral “Guadalupe: Hogar de María” con motivo del Año Jubilar Guadalupense que comenzará este domingo, 2 de agosto.
El Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves, junto al Arzobispo de Mérida-Badajoz, Mons. Celso Morga; el Obispo de Plasencia, Mons. José Luis Retana y el administrador diocesano de Coria-Cáceres, Mons. Diego Zambrano firmaron una carta pastoral con motivo del Año Jubilar Guadalupense que comenzará el próximo 2 de agosto.
La celebración comenzará a las 12 de la mañana en Santa del santuario de Ntra. Señora de Guadalupe donde se abrirá la Puerta Santa.
El Año Santo Guadalupense finalizará el 8 de septiembre de 2021 y coincide con el 25 aniversario de la declaración del monasterio extremeño como patrimonio de la humanidad.
En la carta pastoral los obispos explican que el Año Santo es “un acontecimiento eclesial de primer orden del que queremos hacer partícipe a todo el Pueblo de Dios que peregrina en las diócesis extremeñas”, e invitan a todos los fieles a aprovechar la “gracia del Año Jubilar y a unirse en las diferentes actividades que se van a realizar”.
También recuerdan la importancia de Guadalupe como lugar histórico y de arraigada tradición al santuario de la Virgen conocida como “la morenita de Extremadura”.
Además destacaron su agradecimiento a la comunidad franciscana que atiende el monasterio y recordaron la coronación pontificia de la imagen el 12 de octubre de 1928 “dando así cumplida satisfacción al clamor y entusiasta deseo de la Iglesia que peregrina en Extremadura”.
Los obispos explican que “el Año Jubilar Guadalupense coincide con el centenario del nacimiento del papa san Juan Pablo II (1920)”, que el 4 de noviembre de 1982 peregrinó a Guadalupe y en la homilía “se centró en los emigrantes, muchos de los cuales partieron de Extremadura”.
Los Obispos indican que al leer de nuevo sus palabras, “estamos convencidos de que san Juan Pablo II nos está hablando ahora mismo con una actualidad sorprendente”.
Y destacan que “peregrinar a Guadalupe no solo debe cambiarnos el corazón, llevándonos a una conversión y sanación profunda, sino que nos animará a tener la mirada alta, la visión lejana, los sueños grandes y los corazones abiertos para una respuesta generosa cuya meta ni siquiera podemos imaginar”.
Además se refieren al Santuario de Guadalupe como un “lugar de sanación y de encuentro con Jesús y María”, en donde, “vivir esta impactante experiencia de sanación y liberación, nos empujará a regresar a nuestros hogares, iglesias domésticas, para hacer lo mismo que el Señor y la Santísima Virgen han hecho con nosotros”.
E insisten en que Guadalupe “debería convertirse en una nueva Betania, en un centro de espiritualidad, donde todos podamos acudir para descansar con el Señor y con la Santísima Virgen; donde pudiéramos escuchar, meditar y orar sosegadamente”.
Y por eso animan a que se programen y celebren jornadas para grupos “que viven de una manera especial las limitaciones y fragilidades personales a que se unan a nosotros en la celebración de este Año Santo Guadalupense, y acepten la invitación de hacer de este lugar y su Santuario, un espacio de encuentro, sanación y acogida”.
Porque “Guadalupe tiene los brazos abiertos a toda la comunidad humana, es sensible a todas y cada una de las personas que por algún motivo sufren, necesitan ser escuchadas y consoladas en su dolor; tiene los brazos abiertos a la cultura, al encuentro y a todo lo que promueva y dignifique la dignidad humana en todas sus facetas”.
En ese sentido recordaron de manera especial a quienes han sufrido y están sufriendo las consecuencias de la crisis por la COVID-19.
“Abrimos la Puerta Santa del Año Jubilar Guadalupense cuando aún estamos bajo el impacto y el sufrimiento que nos está dejando la pandemia en estos meses. Muchos de los que peregrinaréis a este santuario mariano habéis tenido que despedir desde lejos a los seres queridos que este virus se nos ha llevado (…) Estamos seguros que muchos de ellos vinieron también a los pies de la Santísima Virgen para poner sus vidas y a todos vosotros, que habéis nacido en una familia cristiana, en sus maternales manos”, aseguraron.
Por eso animaron a que quienes han despedido a familiares y amigos cuando peregrinen a Guadalupe no olviden “que todos ellos están presentes, están con nosotros animándonos y llamándonos a vivir este Año Jubilar”.
También invitaron a peregrinar a los miembros de la vida consagrada. “Estamos convencidos que lleváis grabado en el corazón a Nuestra Señora de Guadalupe, invocándola y encomendándole tantas preocupaciones”.
La archidiócesis de Toledo preparó la web (www.guadalupejubileo.com) para facilitar información sobre el Año Jubilar Guadalupense, en la que se podrá acceder a diversos materiales e información para vivir y celebrar el Año Santo.