El Cardenal Juan José Omella, Arzobispo de Barcelona (España) y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y el secretario general, Mons. Luis Argüello enviaron una carta al Cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua (Nicaragua) ante los “graves acontecimientos que han tenido lugar en los últimos días” en el país.
En los últimos días se han sucedido diversos ataques a iglesias en Nicaragua . El primero de ellos fue el miércoles 29 de julio con la profanación “con saña y odio” de la capilla de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en el municipio de Nindirí en Masaya (Nicaragua). Los desconocidos robaron la custodia y el copón y rompieron las imágenes, pisotearon las hostias consagradas y realizaron diversos destrozos en la capilla.
Dos días después, el viernes 31 de julio, un desconocido ingresó a una de las capillas de la catedral de Managua (Nicaragua) y lanzó una bomba molotov que provocó un incendio y destruyó el sagrario y la imagen de la Sangre de Cristo, un hecho que fue calificado como “acto de terrorismo” por el Cardenal Leopoldo Brenes.
En la carta, el Cardenal Omella asegura en nombre de toda la CEE y toda la Iglesia católica en España “nuestra fraternidad y cercanía a usted y a todos nuestros hermanos de Nicaragua, en estos momentos difíciles a causa de los diversos atentados de los que han sido objeto tanto la catedral de Managua como otros templos católicos, en una situación de grave crisis democrática”.
“Nos unimos profundamente al dolor del pueblo católico por la agresión vandálica y sacrílega a la santa Iglesia Catedral en la capilla dedicada al Santísimo y a la imagen de Cristo, símbolo de la fe del pueblo nicaragüense”, aseguró.
Además afirmaron unirse al “clamor de muchos católicos y de hombres y mujeres de buena voluntad para que las autoridades competentes investiguen el origen de estos inaceptables actos violentos, clara expresión de intolerancia y de odio a la fe”.
También subrayaron la importancia de que se realicen “votos por la convivencia entre todos los nicaragüenses, para lo cual es imprescindible el respeto a la verdad, la justicia y los derechos humanos”.