Unas 17 colonias y barrios de Tegucigalpa están propensos a deslizamientos de acuerdo con geólogos, respaldados por estudios de la cooperación Japonesa, la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
El crecimiento desorganizado de las construcciones en la capital y la falta de obras de mitigación de riesgos, agrava la situación de vulnerabilidad, que desde hace varias décadas, avanza en forma progresiva.
Tras los deslizamientos que destruyeron más de 150 viviendas en la colonia Guillén, Suazo Córdoba, la Nueva Santa Rosa y el Reparto, donde impera la necesidad de comenzar con procesos de reubicación de las familias, expertos en temas instan a que la capital debe seguir un proceso de crecimiento ordenado.
El geólogo, Carlos Sabillón, destacó que en esas zonas de alto riesgo ya no se tiene que permitir más construcciones o expansiones, debido a que se trata de una zona que tiende a deslizamientos por las características de un suelo que cede al absorber grandes cantidades de agua.
Desde los años sesenta se hacía énfasis de que esas zonas no debían poblarse porque se encuentran en esa falla que afecta a los habitantes de la Guillén, El Berrinche, El Picacho, extendiéndose hasta los municipios de Santa Lucía y Valle de Ángeles.
El jefe del Instituto Hondureño de Ciencias de la Tierra (IHCT), Manuel Rodríguez, expresó que “tenemos muchas zonas que son susceptibles a deslizamientos y se han identificado al menos 17 sitios, según estudios de la cooperación Japonesa, la AMDC, la UNAH y Copeco”.
El experto explicó que cuando se acumula lluvia en el suelo eso provoca que las masas de tierra y roca se muevan y terminar en deslizamientos. “Lo mismo sucede alrededor del país, es una topografía muy montañosa con pendientes, asociado con las formaciones geológicas del tipo de roca, que es de origen volcánico, fácil de erosionarse más las lluvias”, señaló.
En ese contexto, las construcciones deben incluir las medidas correspondientes, poniendo en perspectiva el tema del cauce y drenaje de las aguas. “Si se va construir en la parte alta o baja se deben construir los muros de contención para evitar que los materiales se muevan”, recomendó.
“En las zonas que son de riesgo y se desea construir se deben hacer las obras de mitigación de riesgo, pero como se vuelve un poco más caro, por eso se encuentran ese tipo de construcciones sobre todo en colonias nuevas que no cumplen condiciones técnicas”, expuso.
Manuel Rodríguez coincidió que no hay un ordenamiento de la capital que instruya sobre zonas aptas para construir.