Mons. Sebastià Taltavull, Obispo de Mallorca (España) visitó la localidad de Petra, en donde nació San Junípero Serra y reclamó la presencia normalizada del hecho religioso en la sociedad.
En una Misa celebrada en el mismo templo en el que fue bautizado San Junípero, el Prelado habló de los ataques que ha recibido en las últimas semanas el llamado “evangelizador de California”.
Según recoge el Diario de Mallorca, Petra celebraba la fiesta patronal de Santa Praxedis, una mártir romana del siglo II. Por eso Mons. Talltavull lo relacionó con «el martirio» que han sufrido las esculturas de san Junípero Serra y la injusticia que supone el menosprecio del legado de un santo que «precisamente puede ser considerado el primer activista en contra de la pena de muerte, todavía hoy tan en boga en Estados Unidos».
Además, según destaca este diario, Mons. Taltavull lamentó que «la prensa y blogs anónimos se presten a recoger tantas informaciones malas», pero subrayó que «sufrir persecución forma parte del ADN de los cristianos».
En ese sentido también reivindicó una presencia normalizada de los creyentes en la sociedad y rechazó «los movimientos de profesores que pretenden retirar de las aulas, no ya la enseñanza de la religión, sino la misma cultura católica».
«¿Se imaginan qué quedaría de Petra si prescindiéramos de todo su simbolismo religioso?», dijo.
También lamentó que “haya autoridades que estimulen el derribo de estatuas”, en una referencia a Socia Vivas, la diputada de Podemos que animo a eliminar la estatua de San Junípero de Mallorca.
Además recordó que muchas de las persecuciones que sufre la iglesia son sutiles y aseguró que tiene previsto difundir en Mallorca la carta escrita por el Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Horacio Gómez, en la que se rebaten «las calumnias de las que ha sido objeto Junípero Serra» en los últimos tiempos.
Mons. Taltavull también recordó la labor del santo de Petra en México y la Baja California y la relacionó con con la presencia actual de franciscanos de origen mexicano en el convento de San Bernadí.
«Mallorca, que envió misioneros por el mundo, es ahora tierra de misión y en este sentido hay que entender y agradecer la generosidad de los frailes que han venido de México. Ellos van a ocuparse a partir de ahora de toda la actividad pastoral en Petra y también se han integrado en el equipo de asistencia religiosa del hospital de Manacor”, destacó