La corrupción y la deuda externa son problemas interconectados que han sumido a las naciones africanas en una nueva forma de esclavitud, arrebatándoles su soberanía. De ahí el llamado de la Conferencia de Iglesias de toda África para que se ponga fin lo antes posible a la corrupción y a la creciente crisis de la deuda externa en todo el continente africano,

Un «llamado a la acción» para que se ponga fin lo antes posible a la corrupción y a la creciente crisis de la deuda externa en todo el continente africano, fue lanzado en los últimos días por la Conferencia de Iglesias de Toda África (Aacc), un organismo ecuménico fundado en 1963 y presente en 42 países africanos, durante una sesión informativa virtual. La corrupción y la deuda externa son problemas interconectados que han sumido a las naciones africanas en una nueva forma de esclavitud, arrebatándoles su soberanía, se dijo durante las deliberaciones, en las que participaron más de 70 representantes.

«En 2000 – señaló el Secretario General de la AACC, el reverendo Fidon Mwombeki- muchos países africanos han visto su deuda externa cancelada, pero ahora observo con gran preocupación que algunos de ellos tienen ahora deudas mayores que las de hace veinte años».

De hecho, según las estadísticas del Fondo Monetario Internacional correspondientes a 2019, «entre 2015 y 2018 los países africanos registraron un aumento medio de la deuda de casi 20 puntos porcentuales de su PIB», mientras que «los intereses van en aumento», tanto que «en los dos últimos años, los gobiernos africanos han pagado más de 84 mil millones de dólares en concepto de intereses a los acreedores extranjeros».

Para algunos de ellos, reiteró Aacc, esto ha significado «gastar más del 45 por ciento de sus ingresos fiscales nacionales». Y todo ello en detrimento de las generaciones futuras: «El futuro de nuestros hijos está hipotecado – añadió Mwombeki-, no podrán realizar avances significativos debido al peso que ponemos sobre sus hombros, incluso antes de que nazcan.

El Secretario General de la Aacc también advirtió contra el uso de la deuda externa como «una nueva herramienta para la lucha en África: los gobiernos locales están renunciando a los recursos vitales del territorio, a expensas de sus ciudadanos, porque son prácticamente rehenes» de otras naciones. 

El reverendo Mwombeki también ha denunciado la corrupción y el mal gobierno en todo el continente, factores que aumentan la crisis. De ahí el llamamiento a las iglesias de África para que trabajen con ahínco en la sensibilización de las poblaciones locales responsables de esta cuestión: «Queremos que las iglesias se comprometan a poner de relieve este problema -dijo- El objetivo es crear una coalición fuerte en toda África que sea capaz de convencer a los países del continente de que resuelvan los problemas de la deuda y la corrupción». Teniendo esto en cuenta, la Aacc propuso un programa para acompañar a las Iglesias locales «a través de la investigación, el suministro de datos, las campañas de información y la elaboración de proyectos» capaces de «hacer frente a estos desafíos».

En la misma línea, Karimi Kinoti, responsable del sector de África de Christian Aid, el organismo de socorro y desarrollo de las iglesias cristianas en el Reino Unido e Irlanda: «Aunque África se ha librado de las previsiones apocalípticas de las muertes por Covid-19 -dijo- todos conocemos los problemas económicos causados por la pandemia y el aislamiento social». Por esta razón, la solución de la crisis de la deuda externa es más fundamental que nunca».

Isabel Apawo Phiri, secretaria general adjunta del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), también habló sobre el tema, pidiendo «un cambio sistemático en la salud, la educación y la protección social» para África, tanto en tiempo de la pandemia como después. «Mientras nos enfrentamos a la corrupción en la atención de la salud – explicó – también debemos hacernos preguntas sobre cómo reestructurar y transformar los sistemas de salud y educación para que beneficien a la mayoría del pueblo africano». 

CCJ NOTICIAS

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