Mientras en Europa y Estados Unidos advierten de la presencia de cinco subvariantes del ómicron, las autoridades analizan ponerle fin a la obligatoriedad del uso del tapaboca, el cual quedará a discresión de cada persona, como está sucediendo en varios países donde las mascarillas son historia porque alcanzaron la inmunidad de rebaño.

Paralelo a eso, las autoridades argumentan que después del feriado no hubo tal curva de contagios y que los casos son muy bajos, por cuanto estarían a las puertas de suspender la medida, adoptada desde el inicio de la pandemia en marzo del 2021.

Asimismo, otras medidas, como eliminar los triajes (ya quedan muy pocos) estaría formando parte de esta revisión científica que impulsan para ponerle fin a todas las actividades para enfrentar la terrible pandemia de la COVID-19.

ALERTA EPIDEMIOLÓGICA POR OTRAS VARIANTES

En consultas con fuentes sanitarias, los expertos advierten que la ola de contagios que se ha presentado en Estados Unidos, desde la primera semana de octubre, ha estado impulsada por dos subvariantes de ómicron la BQ.1 y BQ.1.1, aparentemente más contagiosos que las anteriores, y los estudiosos de estas informaciones detallan que no se descarta que pronto estén en Honduras.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. publicaron datos que muestran que BQ.1 y su hermano BQ.1.1 representan ahora más del 10 por ciento de los casos del país, mientras que BF.5 representa otro cinco por ciento.

El médico internista Omar Videa es una de las voces que advirtió, que estas subvariantes podrían ser sorpresa en la pandemia en las próximas cuatro semanas, ya que estas representan un 11 por ciento de los casos que se han diagnosticado en Estados Unidos.

“Hablemos la realidad del COVID-19, lo nuevo de las variantes de ómicron BQ1. Y BQ.1.1 serán dominantes en Estados Unidos, más tarde que nunca. Ella tiene alto grado de escape a la inmunidad y al manejo con anticuerpos, si pasa en USA podría pasar en Honduras”, advirtió Videa.

Al tiempo que ha recomendado a las autoridades mantener la vigilancia, la aplicación de pruebas para diagnosticar COVID-19 no se debe descuidar y por ahora el uso de la mascarilla no se debe dejar de lado.

ELIMINAR USO DEL TAPABOCA

Por su parte, el ministro de Salud, José Manuel Matheu, afirmó que se analiza el cierre de triajes y eliminar el uso de la mascarilla ante los bajos niveles del virus de la COVID-19.

Indicó que la población no quiere vacunarse pese a que hay vacunas y que se va hasta las casas de la gente y aún así, no quieren inocularse. En Honduras hasta la fecha, un millón 224 mil 747 personas no han recibido ninguna vacuna contra el virus, lo que representa un 16 por ciento de la población meta a inocular.

En tanto, la coordinadora de vigilancia de COVID-19 de la Sesal, Pamela Olivera, detalló que el país registra 76 mil 872 casos acumulados y con mayor incidencia en las regiones sanitarias de Cortés y Distrito Central.

“El último reporte que se hizo de las variantes de Ómicron, se mandó al Instituto Gorgas en Panamá, en el reporte que circulaba la variante BA.5 y BA.2, actualmente no se han enviado pruebas para saber qué variantes circulan”.

“Esperamos que en los próximos meses ya en Honduras, hagamos la secuenciación genética para saber en tiempo real que variantes están circulando, señaló Olivera.

Al tiempo que detalló que se realizan todas las gestiones para que el Laboratorio Nacional de Virología (LNV), tenga todos los insumos necesarios para que la vigilancia epidemiológica sea constante ante la evolución de las variantes de COVID-19.

“Siempre que se presentan casos de variantes de COVID-19 en Europa o Estados Unidos, siempre vienen a presentarse en nuestro país uno o dos meses después. Entonces, estamos siempre vigilantes de la enfermedad, viendo la incidencia de los casos, así como de los fallecidos”, aseguró Olivera.

Destacó que se mantiene una vigilancia diaria, tras le paso de las vacaciones de la Semana Morazánica, los datos se mantienen con una positividad menor al dos por ciento, “si dos semanas después de este feriado tenemos una baja positividad, se analizara si, se puede dejar la mascarilla y también depende si aumenta el porcentaje de vacunación”.

Las tres subvariantes de Ómicron que están surgiendo actualmente en los Estados Unidos son descendientes de la BA.5, que sigue representando alrededor de dos tercios de todos los casos en el país.

Todos los sublinajes de Ómicron son variantes preocupantes porque comparten características similares: se propagan más fácilmente que las variantes anteriores y pueden esquivar la inmunidad previa.

DATOS
El experto en enfermedades infecciosas de la Universidad Johns Hopkins, Stuart Ray, afirma que BQ.1, BQ.1.1 y BF.7 son especialmente preocupantes por algunos rasgos que tienen en común.

Cada una de estas subvariantes ha desarrollado mutaciones en las mismas áreas críticas del receptor de picos de la proteína del coronavirus, cambios que permiten al virus eludir los anticuerpos del sistema inmunitario.

Aunque es probable que estas subvariantes sean mejores a la hora de evadir la inmunidad, hay pocas pruebas que indiquen que causen una enfermedad más grave que las variantes anteriores.

CCJ NOTICIAS

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