Cómo vivió el Beato Carlo Acutis su breve enfermedad, falleció en 2006 a los 3 días de diagnosticársele leucemia cuando tenía 15 años, y cómo transformó ese sufrimiento en una fuente de luz y esperanza es la pregunta que se han planteado durante un encuentro celebrado en Asís este martes 13 de octubre con motivo de la beatificación del joven italiano el pasado sábado 10 de octubre.

En el encuentro, organizado por la Diócesi de Asís -Nocera Umbra – Gualdo Tadino, el Obispo de la Diócesis Mons. Domenico Sorrentino, estableció un paralelismo entre San Francisco de Asís y Carlo, un paralelismo en la enfermedad y de cómo a enfermedad y la muerte no debe ocasionar miedo, sino que debe invitar a la cercanía a Dios, a la Eucaristía.

Recordó cómo en la enfermedad San Francisco elevó el cántico a las criaturas, y la actitud de Carlo ante su enfermedad fue similar, fue una actitud de alegría y de comunión con Dios y el prójimo.

Por su parte, el P. Massimo Angelelli, director nacional de la Oficina de Pastoral de la Salud, ofreció una serie de reflexiones que le sugirieron la experiencia de fe de Carlo y su breve experiencia de enfermedad.

Explicó que el sufrimiento forma parte de la vida y, como tal, “puede propiciar un encuentro eucarístico. El sufrimiento en sí, no es buscado, no se contempla. Solo le podemos dar un valor en sí al sufrimiento. El sufrimiento es una dimensión de la vida, una dimensión natural, como la muerte”.

De esa manera, “con nuestras decisiones, podemos leer el sufrimiento con una lectura de esperanza, o con una lectura de rechazo”. “Carlo vivió la experiencia de la enfermedad y la muerte como lo hizo porque toda su experiencia tuvo un fuerte vínculo con la Eucaristía”.

En ese sentido, ejemplos como el de Carlo Acutis dan una dimensión cristiana al sufrimiento en la que Jesús está presente: “Cuando Jesús dice ‘no os dejaré solos’, significa precisamente eso, ‘estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo’, y no es solo una promesa espiritual, es real, vivía, vivificante, está presente en la Eucaristía, y por eso Carlo se unió fuertemente a la Eucaristía, porque sabía que en la Eucaristía está verdaderamente Jesús”.

También señaló que “cuando Jesús dice ‘amaos como yo os he amado’ es un mandato fuertemente eucarístico”. De hecho, “la Eucaristía es el misterio central de nuestra fe”. “La Eucaristía transforma el dolor en tiempo de esperanza y en prueba de amor”.

Por eso, “todos los que sufren saben que Dios ha experimentado esa oscuridad, porque la ha experimentado en Jesús”. “Todo dolor puede ser transformado en alegría. Es posible. No es obligatorio, pero sabemos que de cualquier modo ese dolo puede ser transformado en alegría”.

Por otro lado, se preguntó: “¿Cómo se hace para transformar el sufrimiento en luz? He visto tanto sufrimiento oscuro, tanto sufrimiento que buscaba la luz, personas que han sufrido dramas enormes, como la pérdida de un hijo. Y perder un hijo con 15 o 16 años es un sufrimiento enorme. Esto es posible cuando continuamos toda nuestra vida en presencia de Dios”.

“Jesús transformó la vida de Carlo porque Carlo le dio permiso, en una dimensión en que día a día se conocieron, se frecuentaron, se encontraron”, subrayó.

CCJ NOTICIAS

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