Tegucigalpa (Especial Proceso Digital /Por Lilian Bonilla) – Los consumidores hondureños continúan pagando la ineficiencia de la ENEE por su mala gestión en la reducción de las pérdidas, así como en el robo de la energía, ya que las tarifas eléctricas los sigue golpeando, coincidieron los expertos.

– Los males de la ENEE inician con las millonarias pérdidas.

– Honduras pierde 406.30 lempiras cada segundo por hurto de energía y fallas técnicas.

Y la propuesta gubernamental de invertir más de 5 mil millones de lempiras en transmisión y distribución como parte de su programa de reducción de pérdidas energéticas es recibida por diversos sectores con entusiasmo, aunque desde el sector privado esperan que el plan no se convierta en papel mojado como ha ocurrido con otros similares en dicho rubro.

Crisis inagotable

El tema de la crisis de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), ha sido inagotable en las últimas décadas, y para los expertos en el tema del sector eléctrico, el principio de tantos males inicia con las pérdidas que son una madeja a la que nadie encuentra principio ni final, no obstante, con el programa nacional para la reducción de pérdidas, anunciado por las autoridades, surge de nuevo una esperanza.

Sin embargo, junto a la ilusión de que por fin se puedan controlar las pérdidas y mejorar la situación de la estatal eléctrica, surgen las inevitables dudas, porque en el pasado mucho se ha hablado, pero poco se ha hecho, y se requiere de mucha inversión y voluntad para desarrollar un plan, y las condiciones actuales en rojo de la ENEE, ya son conocidas, refieren los analistas.

Referencias estadísticas de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), señala que Honduras pierde 406.30 lempiras cada segundo por hurto de energía y fallas técnicas.

Según esta misma fuente hasta el martes 5 de julio, día en que se anunció el programa nacional de reducción de pérdidas; las pérdidas totales por ese concepto ascendían a 6 mil 494 millones 323 mil 158 lempiras, es decir a 264 millones 211 mil 682.60 dólares.

Asimismo, se indica que en Honduras se pierde más del 30 % de electricidad que entra en el sistema, por lo que en los últimos años estas pérdidas equivalen al doble de los promedios regionales.

Para el caso, la red eléctrica de Costa Rica, tiene pérdidas del 7 %, cifra que comparada con las pérdidas de Honduras que son del 38 % es de mucha preocupación, porque se demuestra que no ha habido voluntad ni acciones en ese tema.

Por su parte, las propias autoridades de la Secretaría de Energía revelaron que cada punto porcentual de energía que se pierde representa una pérdida de 17 millones de dólares.

Las pérdidas de la ENEE, es el orificio por donde se drenan miles de millones, confirmó una fuente técnica muy ligada a la estatal, el ingeniero detalló que la empresa pierde un aproximado de 20 millones de dólares mensuales.

Indicó que como ya es de conocimiento las pérdidas técnicas son de transmisión y distribución y estas suman un aproximado entre el 14 y 15 % mientras las pérdidas por robo son el 23 % para el total actual de pérdidas que llega al 38 %.

Referencias estadísticas de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), señala que Honduras pierde 406.30 lempiras cada segundo por hurto de energía y fallas técnicas.

¿Se sabe quiénes roban tanta energía y como lo hacen? se le consultó al técnico y ante esta interrogante, respondió que lastimosamente como todo en Honduras, allí también hay corrupción a todos los niveles, y la ENEE, si ha logrado identificar a grandes rasgos tanto a los ladrones de energía como el modus operandi, pero ha habido una incapacidad total para sancionarlos y tomar los correctivos en el sistema.

El hurto de energía ha sido identificado tanto en grandes industriales como en la micro, pequeña y mediana empresa, así como hasta en los hogares; lo hacen alterando los contadores o medidores de energía para que no se registre el gasto real o a través de pegues clandestinos que van desde los postes hasta las conexiones residenciales o empresariales, detalló.

Por este motivo un plan de rescate, debe ser tan minucioso, porque se requiere de un gran trabajo técnico que identifique circuito por circuito donde está la fuga, adicionó.

¿Se puede controlar las pérdidas por robos?, por supuesto que se puede, respondió con un control riguroso y un trabajo técnico de verificación constante, en este caso debería ser un trabajo conjunto entre técnicos de la EEH y la ENEE, ya que ese contrato sigue vigente.

El control de pérdidas “ya lo hicimos una vez y todo iba por muy buen camino” continuó el especialista, pero las malas administraciones y la politización en la empresa no permitieron continuar.

Explicó que fue específicamente en el periodo del exgerente Manuel Arriaga Yacamán, entre 1997-2001 que se logró el avance en el control y reducción de pérdidas; se tenía un promedio de un 34 % de pérdidas y se logró reducir aproximadamente a un  16 % porque en ese entonces hubo voluntad y compromiso de todo un equipo técnico de la ENEE, y eso demuestra que, si hay posibilidades de revertir la situación, pero poniendo al frente personas técnicas y capacitadas en el ramo, agregó

Arriaga Yacamán señaló que una de las modificaciones es el uso de la tecnología de diésel por búnker.

Ciudadanos pagan las millonarias cantidades que algunos roban

Esas pérdidas millonarias que tiene la ENEE por hurto la pagan los ciudadanos honrados usuarios de la empresa, quienes a parte de financiar el pago de los generadores, también pagan la ineficiencia de la estatal y ahora de la EEH, por no frenar los robos, adicionó.

La fuente técnica entrevistadadijo que “en la factura suya y la mía la CREE, le reconoce a la ENEE, el 15 % de pérdidas, es decir que del 38 % del total de las pérdidas, nosotros pagamos ese 15 %, y el restante es lo que definitivamente no se recauda por los robos y en esa medida es cómo día a día se va descapitalizando a la ENEE”.

En este aspecto el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Eduardo Facussé, dijo que “estamos solicitando que, sí existen personas o empresas que están robando energía, que por favor se proceda con todo el peso de la ley contra ellas, porque realmente no es justo, que las personas que sí pagan su factura, estén teniendo que costear el hurto y robo de personas que no quieren hacer el aporte que les corresponde”.

Programa de reducción de pérdidas

Recientemente en conferencia de prensa el ministro de Energía, Erick Tejada Carbajal, hizo el lanzamiento del programa nacional para la reducción de pérdidas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), mismo que tiene como meta reducir en un 8.2 % las pérdidas solo el primer año, porcentaje que representaría un flujo en efectivo de tres mil 300 millones de lempiras.

El programa es muy ambicioso y para efectuar el mismo se tienen planificadas varias acciones entre estas la revisión y normalización de los 33 circuitos para alcanzar hasta 4.18 % de reducción de pérdidas.

En este punto, la fuente técnica de la ENEE, explicó que se puede hacer, pero se requiere una millonaria inversión que por años no se ha hecho.

“El problema aquí es que cada circuito debería tener una distancia máxima de entre 20 y 25 kilómetros, y en la actualidad se encuentran circuitos que miden hasta 130 kilómetros”; seguidamente pormenorizó que esos circuitos están sobrecargados; y para que estos sean más eficientes se necesitan más subestaciones.

Otras medidas que implementará la ENEE, como parte del programa de reducción de pérdidas es la instalación de 454 mil 060 medidores, revisión de ocho mil instalaciones de medianos y altos consumidores que actualmente facturan 950 millones de lempiras mensuales y 179 mil 130 megavatios por hora.

En cuanto a la inversión el ministro de Energía informó que a nivel de distribución se destinarán unos tres mil 400 millones de lempiras en los primeros 12 meses del programa.

De igual forma, se invertirán unos mil 855 millones de lempiras a nivel de transmisión, en seis proyectos: Sitio Zamorano-Danlí-Chichicaste-Patuca, línea de transmisión Juticalpa-Talanga, Telica-San Francisco de la Paz, La Entrada-Santa Rosa de Copán, Negrito-Yoro-Arenales y dos transformadores de la subestación de El Progreso.

En cuanto a recurso humano Tejada, anunció que dicho programa nacional de reducción de pérdidas dependerá de la junta directiva de la ENEE, y tendrá independencia financiera y técnica de recursos humanos para poder desenvolverse.

El ministro de Energía confirmó que el programa tendrá tres coordinadores, cada uno con sus funciones específicas, también el programa requiere de siete subcoordinaciones que se distribuirán en el territorio hondureño.

Eduardo Facussé, presidente de la CCIC.

Qué plan no se quede en papel mojado

Eduardo Facussé, manifestó que se aplaude el programa anunciado porque realmente el país necesitaba desde hace mucho tiempo que el gobierno metiera mano para reducir las pérdidas, pues se “ha llegado a un nivel inmanejable y realmente no hay ninguna empresa en el mundo que pueda operar con una pérdida tan grande”, misma que es de un 38 %.

En los mismos términos se expresó el director ejecutivo de la CCIC, experto en temas energéticos Kevin Rodríguez, quien dijo que como sector privado ven como muy positivo el programa de reducción de pérdidas, que tiene metas muy ambiciosas, pero si se sigue el plan con transparencia y rigurosidad puede dar los resultados esperados.

Se espera que se inicien las acciones anunciadas cuanto antes y de la forma adecuada por ejemplo en los operativos de hurto debe ser un equipo multidisciplinario, integrado por la Policía y la fiscalía, además que no se de ningún tipo de preferencia y que se aplique la ley a quien tenga que aplicarse de acuerdo a lo que ya está establecido en el Código Penal y todo se haga con transparencia.

Rodríguez, hizo hincapié en que, si el plan tiene éxito y se revierte la situación, la ENEE se puede convertir en el bastión de ingresos para el Gobierno Central.

Si en el futuro se logra reducir las pérdidas al 15 % puede ingresar aproximadamente 350 millones de dólares en generación, 100 millones de dólares en transmisión y eso sin contar ingresos por el peaje de distribución, puntualizó.

También consultó con el investigador de temas energéticos de ASJ, Edgar Aguilar, quien coincidió con los demás expertos en que es una iniciativa sumamente, muy ambiciosa y aunque hay algunas dudas en cuanto a las acciones planteadas, se espera que el mismo de resultados positivos.

Mencionó la importancia de que haya transparencia en todo el proceso de compras por ejemplo de los medidores, que estas sean bajo licitación, lo mismo en las otras inversiones para distribución debe haber “mucha claridad”.

De igual forma consideró básico que no se vaya a politizar las contrataciones y que en la medida de lo posible sean técnicos los que conformen los equipos o que se dé un plan de capacitación.

Otro punto que el investigador consideró muy importante que quede claro es lo del contrato de la EEH, porque “ese contrato no se ha cancelado, ni se ha vencido y se le siguen pagando 10 .5 millones de dólares al mes, y se les paga para reducir perdidas”.

En ese sentido debe haber claridad cómo queda esa parte, porque queda la duda si duplicarán funciones o trabajarán conjuntamente, entonces lo que sé que se quiere es que no haya pérdida de esfuerzos y recursos técnicos y económicos.

La luz al final del túnel

Para el exgerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Manuel Arriaga Yacamán, la situación de la ENEE ha llegado a su peor crisis y ahora requiere millonarias inversiones para intentar su recuperación.

Según el exfuncionario la inversión anunciada de 3,400 millones para invertir en el programa de reducción de pérdidas técnicas y no técnicas y 1,855 millones de lempiras para transmisión es una cifra histórica, “que deberá de reflejarse en los próximos años en una reducción de pérdidas y en una mejora sustancial en las finanzas de empresa”.

Seguidamente explicó que eso puede ser tan claro y contundente porque, por ejemplo, si se hacen algunos números de cómo reducir las pérdidas en esos 33 circuitos de máximo robo en el país, se determina que, si se invierten 3,600 millones de lempiras, después de un año se estarían recuperando 75 millones.

En conclusión, el exgerente consideró que, si ese programa que anunciaron realmente se cumple, “pues yo creo que estaríamos viendo la luz al final del túnel para recuperar la ENEE”, por lo que se confía en que vaya más allá de un plan y se concrete.

De forma general los expertos, coinciden en que se aplaude el programa y ahora que el plan está trazado lo que corresponde es que el mismo se eche a andar lo antes posible y que no se quede en papel mojado o en la simple presentación anunciada con bombos y platillos a través de medios de comunicación.

El gobierno subsidia 1.4 millones de personas que consumen menos de 150 KW de energía.

Sin descuidar los otros puntos torales de la crisis

Si bien es cierto que las pérdidas tienen el mayor peso en la crisis de la ENEE, hay otros problemas que no son menos relevantes, como la situación de la mora, los subsidios y falta de claridad en temas como cambios en la Ley del Sistema Eléctrico, la elección de los funcionarios de la CREE, renegociación de contratos, el déficit general y la falta de independencia política entre otros temas.

Los críticos refieren que una de las últimas decisiones que se podrían calificar como un desacierto es el nombramiento de una persona no técnica en el ramo, como comisionado de la CREE, porque es un puesto que requiere de un profesional capacitado en el área pues de allí dependen decisiones básicas para que el usuario reciba energía a buenos costos.

Aducen que con ese tipo de nombramientos que más obedecen a simpatías políticas no se abona a ese camino de cambio que requiere la institución y se continúa con el pésimo manejo gerencial del sector eléctrico que con malas decisiones y negocios convenientes para unos pocos, han encarecido los costos de la energía eléctrica para los consumidores, mientras la ENEE, pierde competitividad.

Edgar Ramírez, de ASJ, remarcó que no se tienen nada en contra de personas particulares, pero en puestos como los comisionados de la CREE, se debe nombrar a gente con las capacidades técnicas en el área ya que está es el brazo del Estado que debe defender los derechos del consumidor, y es la que crea los marcos de cómo debe funcionar el sistema energético en el país, de modo que “puede ser peligroso”, poner a alguien sin experiencia ya que si llega a aprender puede ser fácilmente sorprendido.

Así que como ya se ha reiterado muchas veces la crisis de la ENEE, es de múltiples dimensiones tiene un déficit operativo acumulado que pasa los 90 mil millones de lempiras, que representan un problema para las finanzas nacionales.

En ese sentido ya se sabe que la recuperación de la ENEE, va más allá del control de pérdidas, pues tiene que ser un plan de rescate multidisciplinario, para la reversión de una institución que ha caído en la ruina, concluyeron los especialistas. 

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