La Arquidiócesis de Tokio insta a los fieles japoneses a rezar y actuar por la protección del agua, «fuente de vida», durante todo el mes de septiembre. La iniciativa se inspira en el documento «Aqua Fons Vitae» publicado por la Santa Sede el pasado mes de marzo.

En una reciente publicación en su página de Facebook, la Arquidiócesis de Tokio llama la atención de los usuarios de Internet en este momento en que la Iglesia está celebrando el «Tiempo de la Creación». Se refiere al agua, que tan a menudo es «maltratada, contaminada y desperdiciada», lo que compromete «la supervivencia y la salud de la humanidad», explica.

«Aqua fons vitae», un nuevo documento del Vaticano dedicado al agua

Durante el mes de septiembre, por lo tanto, se invita a todos a «asumir la responsabilidad», especialmente a través de gestos concretos: «regar las plantas y árboles secos que vemos a nuestro alrededor y cultivar otros nuevos»; reflexionar sobre el valor purificador del agua bendita utilizada en la Iglesia; investigar para comprender el «valor social y cultural» de los recursos hídricos, que representan una especie de «memoria colectiva de la humanidad»; o también, economizarla, por ejemplo, «cuando tengas sed, llena un vaso a medias con agua y bébela». Sólo si es necesario, entonces agregue más agua».

Inspirada en el documento «Aqua Fons Vitae», publicado por el Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Integral el 22 de marzo, Día Mundial del Agua, la archidiócesis japonesa está concienciando sobre otros aspectos del oro azul. Se trata de un «puente», subrayó, un «elemento que crea cooperación y diálogo», que ayuda a formar «una mayor cohesión social», participa en la «promoción de la paz» y amplía la «solidaridad».LEA TAMBIÉN31/08/2020

Detener la «privatización del mar

Además, los recursos hídricos no deben considerarse como una mera mercancía que pueda «poseerse, saquearse, administrarse, consumirse y comercializarse», ya que es «un elemento esencial de todas las formas de vida». También en este caso se sugieren iniciativas a los fieles: discutir entre ellos la importancia del ahorro de agua y la mejor manera de conservarla, visitar «las plantas de purificación y distribución de su región», conocer el problema de la privatización del agua, comprobar que no haya fugas de agua en sus hogares.

La archidiócesis de Tokio advierte que «unos 2.000 millones de personas en el mundo todavía no tienen suficiente agua potable porque los manantiales están demasiado lejos o están demasiado contaminados» y pide que se ponga fin a la «privatización del mar, que se hace en beneficio exclusivo de los grandes agentes económicos» y que equivale a una «depredación del mar» porque priva de sus derechos a los pequeños pescadores. Los fieles de Japón podrán rezar el Rosario por esta intención, especialmente el 8 de septiembre, día de la Natividad de la Virgen María.


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